
Los modelos de negocio basados en los principios de la economía colaborativa es una tendencia al alza y marcarán el futuro de los negocios.
Según los expertos, este sistema podría añadir entre 160-572 miles de millones de euros a la economía de la UE. Concretamente se prevé que la participación en la economía colaborativa aumente 1/3 en Europa en los próximos 12 meses en Europa, con más de 150 millones de europeos siendo partícipes de este modelo.
España es el país europeo líder en este modelo con el 6% de la población ofreciendo productos o servicios en plataformas de ‘sharing economy’, la cifra más alta de la UE y superior a la media de ésta (5%).
Según los datos del Eurobarómetro 2016 de marzo de este año, en una encuesta realizada en los 28 países miembros de la Unión Europea ( Flash Eurobarometer 438) más de la mitad de los ciudadanos europeos (52%) conoce el modelo de economía colaborativa, pero tan sólo uno de cada seis hace uso (17%). Francia es el país en donde hay un mayor nivel de conocimiento respecto a estas plataformas (sólo un 14% no conoce estos mercados); seguido de Estonia, Croacia e Irlanda, en donde al menos dos tercios de los encuestados reconoce haber oído hablar de este tipo de intercambios. En España hay un nivel medio de conocimiento, situándose en la linea de cola países como Reino Unido, Grecia, Bélgica, Finlandia o Portugal, en donde entorno al 60% de la población nunca ha oído hablar de plataforma de economía colaborativa.
Lo que más se valora en España en el uso de estas plataformas, no es que los productos o servicios ofrecidos sean más baratos o gratis y mucho menos que el acceso a estos servicios se realice de una forma mucho más organizada, sino el beneficio que suponen en términos de accesos a nuevos y diferentes servicios o a que el intercambio no implique necesariamente transferencias monetarias.
De los cuatro problemas por los que pregunta el Eurobarómetro destaca el relacionado con la falta de claridad a la hora de establecer responsabilidades en caso de que surjan problemas en el proceso de intercambio, claridad jurídica que se relaciona de manera positiva con el nivel económico del país, el nivel de seguridad jurídica y con el nivel de confianza interpersonal en la sociedad.
Imagen. Freepik
Fuente. Eurobarómetro
Deja una respuesta