
16 de diciembre de 2019
International Rights Advocates (IRA) una organización no gubernamental dedicada a la defensa de los Derechos Humanos, presentó el pasado 15 de diciembre en un tribunal de Washington una demanda colectiva contra Apple, Microsoft, Tesla, Google y la empresa matriz de Dell, acusándolas de la muerte de niños en las minas de cobalto de la República Democrática del Congo.
La denuncia es una acción colectiva en nombre de 14 víctimas no identificadas, familiares de niños muertos en el colapso de túneles o paredes, o niños mutilados en las mismas circunstancias.
El cobalto es un metal crucial para la fabricación de baterías de teléfonos móviles y vehículos eléctricos. La RDC posee los depósitos de cobalto más grandes del mundo, un elemento esencial de la batería recargable de iones de litio en productos fabricados por todas las compañías tecnológicas y de automóviles eléctricos. El auge tecnológico ha provocado una explosión en la demanda de cobalto, pero el cobalto se extrae en la República Democrática del Congo en condiciones extremadamente peligrosas por niños a los que se les paga un dólar o dos al día.
Los demandantes denuncian trabajo infantil forzado en violación de la Ley de Reautorización de Protección de Víctimas de Tráfico (Trafficking Victims Protection Reauthorization Act (“TVPRA”), 18 USC § 1595 et. seq. Los demandantes también reclaman la violación del derecho consuetudinario de enriquecimiento injusto, supervisión negligente y angustia emocional. El equipo de investigación de los demandantes continúa investigando otras compañías tecnológicas y de automóviles y espera sumar compañías adicionales a la demanda.
El equipo legal de los demandantes incluye dos reconocidos investigadores y expertos en trabajo infantil forzoso, el profesor Siddharth Kara y el Dr. Roger-Claude Liwanga. Según el profesor Kara: “esta demanda representa la culminación de varios años de investigación sobre las terribles condiciones de la minería de cobalto en la RDC.”
Según la denuncia, las empresas acusadas son plenamente conscientes de las condiciones en que se extrae el cobalto. Para el Dr. Liwanga: «este es el comienzo del fin de la impunidad para aquellos que se han beneficiado económicamente del trabajo infantil en la industria minera de la RDC. Los niños de la RDC también tienen el derecho inherente e inalienable de ser protegidos de la explotación económica ”.
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