
La Unión de la Energía es parte de la respuesta política europea a la amenaza de las importaciones de gas en la UE, que proceden en un 30% de Rusia. Junto a ello, se vio la necesidad de un marco regulatorio efectivo que cubriera también los retos del cambio climático.
El miércoles 18 de noviembre la Comisión Europea presentará el informe «Estado de la Unión de la Energía”. En Agora os adelantamos las líneas maestras del documento, publicado en el blog de Alice Stollmeyer.
Se trata de un documento poco crítico y con un tono optimista sobre el impacto de la acción de la Comisión Europea. Bajo el mantra inicial del propósito de una Unión Europea que avance hacia una economía menos dependiente de los combustibles fósiles, son pocas las propuestas concretas para una hoja de ruta hacia la descarbonización.
Así, en el capítulo de la seguridad energética, la estrategia de la UE sigue centrada en el gas, con escasas menciones a la eficiencia energética y las energías renovables o a los riesgos potenciales de los combustibles fósiles. El proyecto no define adecuadamente cómo conseguir el objetivo de «llegar a ser número uno del mundo en energías renovables ‘
Sorprende también la ausencia de estrategias en relación al carbón cuando el carbón es la principal fuente de emisiones en Europa; tampoco se menciona la posibilidad de un objetivo de eficiencia energética del 30% como parte de la posición de la UE en la COP21, ni cómo se reflejará este objetivo en los Planes Nacionales de Clima y Energía.
En un plano más positivo, se otorga prioridad a la financiación de proyectos de eficiencia energética. Como se recordará, en octubre los líderes de la UE, acordaron aumentar los objetivos de eficiencia energética en un 27% para 2030 en comparación con los niveles de 1990.
Esperaremos a la fecha de su presentación para ver si se confirman estas líneas.
Puedes acceder al documento aquí: State of the #EnergyUnion.pdf
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