
China, la segunda economía más grande del mundo y el mayor emisor de gases de efecto invernadero del planeta (es responsable de un cuarto de las emisiones globales), acaba de lanzar su sistema de comercio de emisiones (ETS —Emission Trading System) el mayor mercado de comercio de carbono a escala mundial.
Los ETS, también conocidos como sistemas cap and trade, son un mecanismo de mercado para limitar las emisiones de carbono que cada compañía puede producir en un año. En el EU-ETS, hasta ahora el mercado de carbono más grande del mundo, cada país tiene una cantidad fija de asignaciones gratuitas que se distribuyen entre las empresas afectadas. En el caso de tener exceso de permisos por un menor volumen de emisión, las empresas pueden acudir al mercado central y vender sus permisos sobrantes a otras que necesiten más de los que tenían asignados.
El nuevo sistema se inicia con la producción de energía basada en carbón y gas natural, ya que el sector eléctrico representa un 46 % de las emisiones de CO2 chinas y próximamente ampliará su radio de acción a sectores industriales y manufactureros.
Este sistema afecta a alrededor de 1700 empresas y cubrirá 3500 megatoneladas de dióxido de carbono (un 33,9 % de las emisiones totales chinas de CO2). En comparación, el mercado europeo de comercio de emisiones cubrió 1939 megatoneladas de CO2 en 2017, emitidas por los sectores de la generación eléctrica e industria pesada, por lo que el programa chino tendrá un impacto global mucho más allá de Asia en la reducción de emisiones, en línea con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París.
El sistema nacional de comercio de emisiones fue aprobado la semana pasada por el Consejo de Estado de China y supone la continuidad de proyectos pilotos desarrollados en siete sistemas regionales de comercio de emisiones ya en marcha desde 2011 en algunas de las jurisdicciones de nivel provincial más grandes de China —Beijing, Chongqing, Guangdong, Hubei, Shanghai, Shenzhen y Tianjin—.
Estos pilotos han registrado una emisión excesiva de permisos de emisión y precios bajos, con un promedio de 30 yenes (4 EUR), muy similar a lo que sucede en el ETS europeo. Según Jiang Zhaoli, subdirector del departamento de Cambio Climático de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma china (NDRC, por su acrónimo inglés), el precio debe subir a entre 200-300 ¥ (entre 25 y 40 €) para presionar a las empresas a que reduzcan sus emisiones, un nivel que se espera alcanzar en 2020, cuando el plan esté plenamente operativo.
Unas 42 jurisdicciones nacionales y 25 subnacionales están tarificando el precio del carbono. El Sistema de Comercio de Emisiones de la Unión Europea, actualmente el mayor mercado de carbono, cubre aproximadamente 1 750 millones de toneladas de emisiones. El precio del carbono en el EU ETS, que entrará en su tercera fase en 2020, ha estado fluctuando entre los 5 y los 8 € por tonelada durante años, muy por debajo de los niveles necesarios para desencadenar inversiones masivas en tecnologías bajas en carbono. Por su parte, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estima el coste social del carbono en 35 €.
El Reino Unido ha introducido un precio mínimo de 18 € por tonelada de CO2 para las plantas de energía, que es adicional al EU ETS. Así, los operadores de estas instalaciones están obligados a pagar la diferencia entre el precio actual del EU ETS y el precio mínimo establecido a escala nacional a las autoridades fiscales.
Fuente: Mercado de derechos de emisión en el Mundo, WEF.
Deja una respuesta