
La Unión General de Trabajadores ha presentado el informe “Igualdad salarial, un objetivo pendiente”, con motivo del Día por la Igualdad salarial que se celebra hoy, 22 de febrero.
En el informe se destaca que la brecha salarial entre hombres y mujeres llega al 24% en España, la más alta de los últimos seis años, por lo que las mujeres tendrían que trabajar 88 días más que los hombres para cobrar lo mismo. Según la Secretaria de Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, “si a los 88 días más que las mujeres tenemos que trabajar para ganar el mismo salario, sumáramos los 91 días más de trabajo no remunerado que efectuamos supondría que las mujeres en nuestro país trabajamos 179 días gratis. Casi la mitad del año”.
En todas las categorías profesionales al trabajo de las mujeres se les otorga un valor inferior al de los hombres y son penalizadas por elevados porcentajes de brecha salarial, que en algunos casos aumentan en lugar de disminuir y en otros casos aunque las brechas siendo importantes, son menos elevadas, las cuantías que dejan de percibir en relación a los hombres afectan fuertemente a sus economías. Esto se “se debe fundamentalmente a que las mujeres se concentran en los tramos de salarios más bajos”. De hecho, el 67% de los casi dos millones de trabajadores que perciben salarios iguales o por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, son mujeres y “la presencia de las mujeres va disminuyendo según se incrementan los salarios”.
Las políticas económicas centradas en los recortes de las retribuciones a la población asalariada han tenido un efecto directo en la desigualdad entre mujeres y hombres, y han afectado a todos los sectores de actividad pero en los sectores más feminizados, retribuidos con bajos salarios han empeorado las ya precarias condiciones salariales de varios millones de trabajadoras. Un total de 2.432.300 trabajadoras tuvieron unos ingresos medios brutos anuales por debajo de 16.700 euros. Pero todas las mujeres, en todos los sectores de actividad, están afectadas por discriminaciones salariales.
Un sector feminizado, y tal vez por ello dónde se presenta una de las discriminaciones más altas el 33,07 %, es el sector de las Actividades Administrativas y de Servicios Auxiliares.
Las Actividades profesionales, científicas y técnicas, también penalizan a las mujeres con una brecha del 30,73 %, 9.416,91 euros anuales de media menos que perciben las 288.600 mujeres que se dedican a esta actividad, que por la definición de la actividad, requiere una larga formación académica.
Las trabajadoras más afectadas son las que desempeñan sus empleos en el Sector de Actividades Sanitarias y de Servicios Sociales, sector que agrupa a más de un millón de mujeres, que perciben casi diez mil euros anuales menos que sus compañeros de profesión.
En el Sector de la Educación, donde las mujeres representan el 70% de la población asalariada del sector, y donde la brecha se ha triplicado en los últimos seis años y no deja de aumentar año tras año y afecta a 752.300 mujeres, el 11 % de las asalariadas de nuestro país.
Las mujeres de la Administración Pública, han aumentado las diferencias respecto a los varones del sector, pasando la brecha del 12,36 % al 14,23 % y dejando de percibir 4.243,52 euros al año.
Con menor brecha salarial, 14,79 %, diez puntos por debajo de la brecha salarial media, se encuentran las mujeres agrupadas en la ocupación de Técnicos profesionales científicos e intelectuales de la salud y la enseñanza. Si bien, es una de las brechas que más ha aumentado en los últimos años, se ha triplicado en un período de seis años y la diferencia en euros es bastante elevada, alcanza los 4.916,31 euros anuales.
Es importante señalar que la discriminación persiste aun acreditando los mismos méritos y capacidad, lo que pone de manifiesto la falta de reconocimiento económico del trabajo de las mujeres, independientemente de las funciones que desempeñen.
El techo de cristal se manifiesta en la categoría de Directores y Gerentes, donde las mujeres no llegan al 30 %, y además de la discriminación en el acceso a estas categorías, las que consiguen acceder perciben más de 10.000 euros anuales brutos al año, lo que supone un 18,25 % menos que los hombres que desempeñan el mismo trabajo.
Las mujeres investigadoras también son penalizadas con unas retribuciones 7.748 euros anuales menores que sus compañeros de profesión, siendo las mujeres más del 40 %, de quienes se dedican a la ciencia y a trabajos de investigación. La brecha del 19,71 %, es una brecha que va en ligero descenso en los ultimos años.
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