
Nos trasladamos al epicentro de las políticas de sostenibilidad en la Unión Europea en los últimos años. La Dirección General de Empresa e Industria de la Comisión Europea tiene encomendada la promoción de una economía europea más competitiva, innovadora y eficiente en el uso de los recursos, y ello incluye el desarrollo de políticas desde el sistema de financiación hasta la innovación o medidas en cada sector industrial particular, como la economía digital o la economía social, y también acciones indirectas como la lucha contra el fraude y las falsificaciones o la creación de redes.
AGORA tuvo la ocasión de dialogar con Daniel Calleja, Director General de Mercado Interior, Industria, Emprendedores y PYMEs, y conocer de primera mano, las líneas de actuación de la Comisión Europea para la próxima agenda de sostenibilidad.
¿Cuáles son las principales prioridades de la nueva Comisión Europea para la agenda de RSC en los próximos años?
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) es uno de los aspectos clave de la política de empresa.
La Comisión presentó la estrategia 2011-2014 que fue muy bien aceptada por todos nuestros interlocutores. Actualmente estamos trabajando para actualizarla y presentar una nuestra estrategia 2015-2020.
En 2014 hemos estado llevando a cabo un gran número de acciones para conseguir que la iniciativa sea lo más adecuada y tenga el mayor impacto posible.
Por ejemplo el año pasado organizamos una consulta pública para comprender mejor cuales son las necesidades de los diferentes actores. Recibimos más de 500 respuestas del mundo académico, organizaciones empresariales y de consumidores y de varios gobiernos. Hemos obtenido datos muy interesantes como por ejemplo que el 79 % de los encuestados estiman que la RSC tiene un impacto en la competitividad de la economía europea y el 81% piensa que también la tiene en su competitividad.
En febrero de este año hemos organizado el Foro de RSC con más de 500 participantes y 90 oradores. Es un evento de gran éxito, que organizamos cada 5 años en Bruselas.
Tenemos también el Comité de coordinación de RSC que se reúne 2 ó 3 veces al año, en el que participan todos los actores y dónde debatimos nuestras políticas.
Ahora estamos recogiendo y evaluando la información dentro de la institución.
La Unión Europea es un líder global en RSC y debemos ser muy ambiciosos al diseñar nuestra nueva estrategia.
Una de las estrategias de la Comisión es reforzar los incentivos de mercado para promover la RSC. ¿En qué propuestas concretas se están trabajando en este ámbito?
Los incentivos de mercado son uno de los ámbitos en los que estamos trabajando para incentivar la adopción de prácticas más sostenibles.
Un ejemplo claro de nuestra acción ha sido la revisión de las directrices de contratación pública. Ahora los Estados Miembros están transponiendo nuevas reglas. Dentro de poco en toda la Unión, las Administraciones Públicas vamos a tener que considerar los aspectos medioambientales y sociales de las propuestas que se reciben y se van a premiar.
Otro ejemplo de incentivo de mercado que puedo dar podría ser la directiva de reporting no financiero. Esta iniciativa permite a las grandes empresas ser más transparentes con sus inversores y stakeholders y reportar sobre sus actividades multinacionales en su conjunto, como sobre sus cadenas de suministro.
Dar publicidad a las mejores prácticas es otro de los incentivos con los que trabajamos, por ejemplo, a través de los premios a la responsabilidad social (CSR Awards ) o los premios a la innovación social.
¿Cuáles son en su opinión los principales motores de la RSC a nivel internacional? ¿La innovación, el cambio climático, los estándares laborales?
Todos. No creo que haya un solo motor de la RSC a nivel internacional. La innovación, el cambio climático y los estándares laborales son elementos centrales pero también lo son los Derechos Humanos, los beneficios económicos o un consumidor global cada día más concienciado. Los motores de la RSC se combinan de formas muy distintas teniendo en cuenta factores como el país, el sector o las personas que la llevan a cabo.
La Comisión Europea dio su apoyo a la puesta en marcha de tres plataformas de múltiples interesados de RSE para PYMES del sector del zumo de frutas, Herramientas y Máquinas y Viviendas Públicas y cooperativas. ¿Van a hacerlo extensivo a otros sectores de actividad? ¿Qué valoración hace de la utilidad de estas plataformas?
Estás tres plataformas han tenido un gran éxito. Creo que han creado un gran valor añadido en sus respectivos sectores y han permitido a la pequeña empresa acceder a la problemática de forma más práctica.
Como Representante de las PYMES a nivel Europeo me gustaría subrayar la importancia que tiene tratar la RSC también bajo la perspectiva de las PYMEs. para responder a su problemática específica.
Volviendo a las tres plataformas, están hoy tomando forma fuera del marco financiero europeo. Para asegurar su futuro es muy importante que se conviertan en iniciativas totalmente autónomas.
Bajo unos objetivos similares, hemos producido 3 guías sectoriales de implementación de los Principios Rectores sobre empresas y derechos humanos de las Naciones Unidas (UNGPs).
El reporting en los impactos ASG constituye una pieza clave de la transparencia empresarial y para la sostenibilidad. Sin embargo, algunos expertos consideran que el reporting está sobrevalorado. ¿Considera que el reporting cambiará el estado de la RSC?
Por supuesto. El reporting es clave para la RSC. Es la manera más eficaz de asegurar la transparencia y la responsabilidad de las empresas respecto a sus inversores, sus consumidores y el resto de stakeholders.
Finalmente, en el último Foro Multistakeholder celebrado en Bruselas en el mes de febrero, una de las críticas fue la escasa participación de sociedad civil. ¿Considera que hay una falta de consumidores y sociedad civil en el debate de la RSC a nivel europeo? ¿Cómo podría éste ser más inclusivo y promover esta participación?
Defiendo firmemente que debemos siempre ser inclusivos y equilibrados en nuestras actividades, y creo que lo somos. Las puertas de la Comisión Europea y de mi Dirección General están siempre abiertas a los ciudadanos, empresas y organizaciones que quieran compartir sus desafíos u opiniones sobre los temas en que trabajamos. Tenemos varias herramientas a nuestra disposición como las consultas públicas que son esenciales para nuestro trabajo.
Hemos, no obstante, de seguir trabajando para acercar los consumidores a Bruselas. Para nosotros, trabajar con el consumidor es esencial por su conocimiento del producto, y porque en muchas ocasiones son víctima de malas prácticas. Un ejemplo del esfuerzo que hacemos para acercarnos al colectivo es el estudio:»How companies influence our society: Citizens’view» publicado en 2013.
Sobre el Foro de RSC, no comparto el análisis que usted hace sobre la escasa participación de la sociedad civil y de consumidores. Su representatividad estuvo asegurada con organizaciones como CSR Europe, Cooperatives Europe, Amnistía Internacional, la Social Platform o la organización de consumidores europeos (BEUC).
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