
Tómese unos segundos y piense en el agua que usa a lo largo de un día cualquiera. Posiblemente al levantarse habrá tomado una ducha de agua caliente, preparado su desayuno, lavado los platos, cocinado, lavado los dientes y quizá puesto una lavadora. En España se consumen 137 litros[1] de agua por habitante en un día. Para que se haga una idea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene que son necesarios entre 50 y 100 litros de agua por persona y día para garantizar que se cubran las necesidades más básicas y surjan pocas preocupaciones en materia de salud, pero hay países como Mozambique donde la media no llega a 10 litros de agua por persona[2].
Hoy se celebra el Día Mundial del agua, y esperamos que cumpla su misión y que reflexionemos sobre la importancia del agua en nuestra vida. Como reza el lema de este año: El agua es fuente de vida. Sin ella no hay agricultura, alimentos, comercio, higiene ni salud, me atrevería a decir que tampoco dignidad. Pero más allá de cuestiones obvias, se esconde una realidad en la que viven más de 700 millones de personas[3] – el equivalente a unas 14 Españas para que se haga una idea- que no cuentan con un acceso al agua ni decente ni cercano. Todavía en pleno siglo XXI hay personas, mujeres y niños normalmente, que tienen que caminar una media de 2 horas para llegar hasta un punto de agua que no siempre es potable y que además suele ser usado como sitio para lavar la ropa, asearse e incluso hacer sus necesidades. La falta de acceso a una fuente de agua segura provoca problemas más allá de no tener agua, supone que los niños falten a la escuela, que se invierta un tiempo considerado en recoger agua en lugar de destinarlo a otros trabajos,, problemas de salud asociados a portarla y en ocasiones da lugar a conflictos entre territorios.
El agua está también vinculada al saneamiento y a las instalaciones sanitarias. Según las últimas cifras, 1.000 millones de personas en el mundo no cuentan con un baño, ni letrina ni nada, es decir, defecan al aire libre, lo que supone un riesgo para la salud.
En el año 2000 se incluyó dentro del Objetivo del Milenio relativo a la sostenibilidad del medio ambiente la meta de “Reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios de saneamiento básicos.”
Los avances de este objetivo hablan por sí mismos, la meta de reducir a la mitad el porcentaje de personas sin acceso a una fuente mejorada[4] de agua se logró en 2010, 5 años antes de lo programado, las regiones de Asia oriental Asia meridional y Asia Sudoriental experimentaron avances de casi 20 puntos de diferencia con respecto al año 1990 (véase el mapa 1). Pero a pesar de que en conjunto el la meta haya quedado superada, no podemos olvidar que hay regiones como Oceanía o África Subsahariana que se han quedado muy lejos de la meta y en las que habrá que centrar los esfuerzos en los futuros años. Por otro lado, la cobertura en servicios básicos de saneamiento mejorados, no será alcanzada. a pesar de los avances que han permitido que 2.000 millones de personas pudieran contar con instalaciones sanitarias mejoradas[5], todavía en 2012 un tercio de la población mundial no contaba con dichas instalaciones, y los problemas se vuelven a centrar en África subsahariana, en especial en las zonas rurales (véase mapa 2).
Ya se ha tomado unos segundos. Incluso se ha tomado unos minutos en la lectura de este artículo. Seguro que cuando se duche, cocine o beba recordará cerrar el grifo. Pero no olvide lo más importante, ayude con su conciencia, apoyo y opinión a que el otro tercio del planeta pueda abrirlo.
Gráfico 1. Proporción de la población que usa una fuente mejorada de agua potable.
Fuente: Objetivos de Desarrollo del Milenio: Informe de 2014
Mapa 1. Proporción de población que usa sistemas de agua potable mejorada. Año 2012
Fuente: who.int
Mapa 2. Proporción de población que usa servicios básicos de saneamiento mejorados. 2012
Fuente: who.int
[1] Fuente: www.ine.es
[2] Fuente: www.un.org
[3] Fuente: Objetivos del Desarrollo del Milenio. Informe 2014.
[4] Una fuente de agua potable mejorada es una fuente que por el tipo de construcción protege apropiadamente el agua de la contaminación exterior, en particular de la materia fecal. Se entiende por fuente de agua potable mejorada: la conexión de los hogares, las fuentes de agua pública, pozos, pozos excavado cubierto, fuentes protegidas y la recolección de agua de lluvia no siendo consideradas como mejoradas: los pozos no cubiertos, fuentes no cubiertas, ríos o estanques, agua suministrada por vendedores, agua embotellada y el agua de camión cisterna.
[5] Instalaciones en las que las personas están separadas higiénicamente de las heces.
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