
12 de julio de 2021
El Banco Central Europeo que preside Christine Lagarde presentó el pasado 8 de julio su plan de acción para integrar sistemáticamente los efectos del cambio climático en sus decisiones de política monetaria, el más reciente de una serie de pasos de los grandes bancos centrales que reconocen su rol en la lucha contra el calentamiento global.
La medida de la autoridad financiera más poderosa de Europa se produjo antes del lanzamiento esta semana de un paquete de nuevas políticas de reducción de carbono por parte de la Unión Europea.
Según el BCE el cambio climático será un factor en la política relacionada con la divulgación de información financiera, evaluación de riesgos, garantías y sus compras de activos del sector corporativo.
«De cara al futuro, el BCE ajustará el marco que guía la asignación de las compras de bonos corporativos para incorporar criterios de cambio climático, en línea con su mandato», indicó Lagarde.
«Estos incluirán la alineación de los emisores de gases con, como mínimo, la legislación de la UE que implementa el acuerdo de París a través de métricas relacionadas con el cambio climático o compromisos de los emisores con tales objetivos», agregó en un comunicado.
La UE se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones netas en un 55% para 2030, en un esfuerzo por limitar el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados Celsius desde los niveles preindustriales, como se establece en el histórico Acuerdo de París de 2015.
Si bien Lagarde enfatizó que la política de cambio climático debía ser dirigida por gobiernos y parlamentos, indicó que el BCE tenía el deber de actuar debido a los riesgos para la estabilidad financiera que plantean los trastornos ambientales, a fin de poner a la economía sobre una senda sostenible.
«No son solo palabras (…) Es un compromiso de todo el consejo de gobierno (del BCE)», dijo en una rueda de prensa sobre el foro compuesto por los jefes de los bancos centrales nacionales de la zona euro de 19 miembros.
El nuevo centro sobre el cambio climático del BCE coordinará las actividades al respecto en todo el BCE, en estrecha colaboración con el Eurosistema. Estas actividades se centrarán en las siguientes áreas:
- Modelización macroeconómica y evaluación de las implicaciones para la transmisión de la política monetaria. El BCE acelerará el desarrollo de nuevos modelos y realizará análisis teóricos y empíricos para el seguimiento de las implicaciones del cambio climático y de las políticas al respecto para la economía, el sistema financiero y la transmisión de la política monetaria a través de los mercados financieros y el sistema bancario a los hogares y las empresas.
- Datos estadísticos para análisis de riesgos relacionados con el cambio climático. El BCE desarrollará nuevos indicadores experimentales para incluir instrumentos financieros verdes relevantes y la huella de carbono de las entidades financieras, así como su exposición a riesgos físicos relacionados con el clima. Posteriormente, a partir de 2022, introducirá mejoras progresivas en esos indicadores, también en línea con el avance de las políticas e iniciativas de la UE en materia de divulgación y presentación de información sobre sostenibilidad ambiental.
- Divulgación de información como requisito para la admisión de activos de garantía y para las compras de activos. El BCE introducirá requisitos de divulgación de información sobre los activos del sector privado como nuevo criterio de admisión o como base para un tratamiento diferenciado a efectos de su presentación como activos de garantía y de las compras de activos. Tales requisitos tendrán en cuenta las políticas e iniciativas de la UE en materia de divulgación y presentación de información sobre sostenibilidad ambiental y promoverán prácticas de divulgación de información más coherentes en el mercado, manteniendo al mismo tiempo la proporcionalidad mediante la adaptación de los requisitos a las pequeñas y medianas empresas. El BCE anunciará un plan detallado en 2022.
- Mejora de las capacidades de evaluación de riesgos. A partir de 2022, el BCE someterá el balance del Eurosistema a pruebas de resistencia climática para evaluar la exposición del Eurosistema a los riesgos relacionados con el cambio climático. Para ello utilizará la metodología de la prueba de resistencia climática del conjunto de la economía desarrollada por el BCE. Asimismo, el BCE evaluará si las agencias de calificación crediticia admitidas en el sistema de evaluación del crédito del Eurosistema han divulgado la información necesaria para entender cómo incorporan los riesgos climáticos en sus calificaciones crediticias. El BCE también considerará desarrollar criterios mínimos para la incorporación de los riesgos climáticos en sus calificaciones internas.
- Sistema de activos de garantía. El BCE tendrá en cuenta los riesgos climáticos relevantes cuando revise los marcos de valoración y control de riesgos de los activos de garantía aportados por las entidades de contrapartida en las operaciones de crédito del Eurosistema. Esto asegurará que reflejen todos los riesgos relevantes, incluidos los derivados del cambio climático. Asimismo, el BCE continuará vigilando cambios estructurales en los mercados en relación con los productos sostenibles y está preparado para apoyar la innovación en materia de finanzas sostenibles en el marco de su mandato, como demuestra su decisión de aceptar como garantía bonos vinculados a criterios de sostenibilidad.
- Compras de activos del sector empresarial. El BCE ya ha comenzado a tener en cuenta riesgos climáticos relevantes en los procedimientos de diligencia debida de sus compras de activos del sector empresarial para sus carteras de política monetaria. De cara al futuro, el BCE adaptará el marco de asignación de compras de bonos corporativos incorporando criterios climáticos, con arreglo a su mandato. Estos incluirán el alineamiento de los emisores con, como mínimo, la legislación de la UE que implemente el Acuerdo de París a través de métricas relacionadas con el cambio climático o su compromiso con tales objetivos. Asimismo, en el primer trimestre de 2023, el BCE comenzará a divulgar información sobre el clima en relación con el programa de compras de bonos corporativos (CSPP) .
El plan de actuación se ejecutará en paralelo al avance de las políticas e iniciativas de la UE en materia de divulgación y presentación de información sobre sostenibilidad ambiental, incluidas la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad, el Reglamento relativo a la taxonomía y el Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros.
Esta estrategia que comenzará a aplicarse a partir del 22 de julio, supone un cambio de paradigma. De hecho, el Banco Central asegura que pronto sólo comprará bonos de empresas que » cumplan con la legislación europea destinada a hacer cumplir el Acuerdo de París y que lo hagan a través de indicadores climáticos relevantes y compromisos adaptados «.
Esta decisión se suma a la publicación de la reciente propuesta europea de bonos verdes (Véase especial en Agora) que moverá a las empresas a alinear sus estrategias hacia modelos de transición ecológica y establecer el vinculo entre su deuda y su estrategia climática. A la inversa, si el Banco Central Europeo cambia sus parámetros haciendo del impacto del cambio climático un elemento clave, las empresas que no actúen frente al cambio climático serán consideradas empresas de alto riesgo financiero.
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