
El éxito de las empresas sociales ha llevado frecuentemente a confundir su realidad. Hay que ser conscientes de que este nuevo modelo no es capaz de resolver todos los problemas económicos del capitalismo global. Pero lo realmente interesante es que, cuando hablamos de empresas sociales, la clave del éxito no surge del producto o servicio final ofrecido, sino que se generan en el proceso mismo de creación de valor.
Debido a la situación de crisis actual, muchas organizaciones sin ánimo de lucro han visto reducida su capacidad financiera y de recursos. Afirmación apoyada por los datos del estudio de ESADE, PwC y Fundación “La Caixa”, que concluye que entre un 20% y un 30% de las ONGs españolas han desaparecido en estos años de crisis económica, consecuencia directa de la reducción de la financiación pública, que ha descendido hasta un 27% en el mismo periodo. Según las previsiones de este mismo informe para los próximos años (2014-2017), en el escenario más conservador se producirán caídas de entre un -3 y un -6 % con respecto a las del año 2012.
A pesar de que realizan un trabajo muy necesario y admirable para la sociedad, tienen que orientarse a la sostenibilidad financiera y a la búsqueda de soluciones sociales y de desarrollo que no generen dependencia en los beneficiarios, lo que refuerza la necesidad de búsqueda de autonomía económica.
Ahora bien, en la actualidad las ONGs tienen una oportunidad única de potenciar un nuevo modelo de organización que les permita ser sostenibles por sí mismas y conseguir los recursos necesarios para poder realizar las acciones más adecuadas a sus fines. Es el momento de transformar el modelo tradicional de ONG hacia una empresa social.
Para ello es fundamental entender la diferencia entre una ONG y una empresa social. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una ONG es “cualquier grupo de ciudadanos voluntarios sin ánimo de lucro que surge en el ámbito local, nacional o internacional, de naturaleza altruista y dirigida por personas con un interés común”. Por otro lado, una empresa social “es aquella cuyo objetivo primario es lograr impacto social más que generar beneficio para sus propietarios; que opera en el mercado a través de la producción de bienes y servicios de un modo emprendedor e innovador; que utiliza sus excedentes para alcanzar estos objetivos sociales; y que es gestionada de un modo responsable y transparente, involucrando a los trabajadores, clientes y grupos de interés afectados por su actividad” (Comisión Europea, 2011).
Por tanto la diferencia reside en el enfoque. Mientras la supervivencia de las ONG depende de fondos externos, las empresas sociales, en cambio, buscan generar sus propios ingresos para alcanzar los fines que se proponen.
¿A qué nos enfrentamos al transformar una ONG en una empresa social?
La principal dificultad es conseguir que una ONG piense como una empresa aunque sea con una con vocación social. Por otro lado, otras dificultades a las que nos enfrentamos son la ausencia de planificación estratégica, los planes de comunicación y marketing únicamente vinculados a la justificación de subvenciones y la incapacidad de incentivar la creatividad y el talento del capital humano. Para solucionarlo y transmitir un nuevo funcionamiento productivo, es decir, ser una organización viable que permita financiar su objeto social, son claves los siguientes cuatro aspectos:
-la innovación (no se trata de crear productos nuevos sino de hacer algo de manera diferente);
-el modelo de negocio (equilibrando objetivos sociales y económicos);
-la formación del capital humano; y
-el fomento de un cambio profundo de liderazgo.
Un ejemplo de una ONG gestionada como empresa social es la Fundación Ana Bella. Se dedica a la acogida y apoyo a mujeres víctimas de la violencia de género desde el año 2002, favoreciendo la vía más eficaz para que las mujeres superen la violencia: la inserción laboral con vocación social.
De ahí la creación de la ESCUELA ANA BELLA PARA EL EMPODERAMIENTO DE LA MUJER, proyecto de co-creación que contribuya al desarrollo económico y social de las empresas. Ofrecen formación profesional, coaching individual, una oportunidad laboral como embajadoras de marcas, pero también alojamiento temporal en sus viviendas de apoyo, formación emprendedora y oportunidad laboral en sus talleres de moda ética, terapia psicológica para la madre y sus hijos/as, defensa legal, ayuda económica, apoyo emocional, acompañamiento y colaboración en la resolución de todo tipo de problemas.
A través de sus talleres de testimonios positivos forman a mujeres en igualdad y género para que participen en charlas y conferencias con el objetivo de:
- Prevenir la violencia de género.
- Formar a los profesionales que intervienen con mujeres maltratadas.
- Romper la cadena generacional de violencia.
- Sensibilizar contra la violencia de género en las empresas.
Por supuesto éste no es el único caso y existen ya muchas ONGs que están funcionando bajo la forma jurídica de empresa social. El cambio se ha producido en la mayoría de ellas de forma natural al intentar encontrar nuevas vías de financiación. El proceso de cambio es imparable.
*Imagen de Flickr bajo licencia de creative commons de Leo Bar PIX IN MOTION
Más referencias en
http://www.masporellos.org/ong-vs-empresas-sociales/
http://idnews.idaccion.com/pasar-de-ser-ong-a-empresa-social-5-puntos-basicos-a-tener-en-cuenta/
http://fazilit.com/la-empresa-social-como-modelo-de-financiacion-de-las-ong/
http://elpais.com/diario/2010/08/15/negocio/1281880047_850215.html
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/02/24/actualidad/1361743315_132277.html
http://ideasimprescindibles.es/las-empresas-sociales-una-revolucion-promovida-por-muhammad-yunus/
http://www.cinu.org.mx/nuevo-ong/
http://semanticasocial.es/2012/06/18/las-empresas-sociales-el-siguiente-paso-para-las-ongs/
http://espaciocloud.com.ar/yodigo-muhammad-yunus-todos-los-seres-humanos-somos-emprendedores/
COMISION EUROPEA (2011). Definición de emprendimiento social. http://ec.europa.eu/internal_market/social_business/index_en.htm
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