
El municipio madrileño de Leganés, con casi 187.000 habitantes y situado a 11 kilómetros al suroeste del centro de la capital de España, también se esfuerza por hacer, desde la óptica de la cooperación al desarrollo descentralizada, su aportación a los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), comprometiéndose además en la lucha contra el cambio climático, un tema de actualidad, especialmente cuando se está celebrando en estos días la Cumbre mundial del Clima en París (COP21).
Leganés lleva más de un cuarto de siglo aportando su esfuerzo solidario para que, entre otros ejemplos, la población refugiada saharaui de los campamentos de Tinduf (Argelia) no se quede sin energía eléctrica para cocinar, gracias a sistemas de placas solares, o ayudando a la gestión de residuos sólidos en el municipio de Macará, Ecuador, o en Somoto, Nicaragua.
En tiempos de crisis y recortes generalizados en España y la UE, desde el Ayuntamiento de Leganés apuesta por aliviar la situación de los más desfavorecidos en otros países. Su modelo de cooperación es mixto, con ONG y directamente con municipios, principalmente con los que están hermanados. Los proyectos responden a necesidades identificadas con el tejido social y con las administraciones de los territorios donde se ejecutan los proyectos. Los proyectos han ido desde construcciones de edificios como casas (Tinduf, Argelia ), escuelas (Papelpampa, Bolivia) al fortalecimiento institucional a través de la impartición de formación por parte de técnicos especializados de la administración de Leganés a técnicos de la administración de Macará –Ecuador.
La transparencia y el buen gobierno son las directrices principales
Con este modelo de cooperación para el desarrollo Leganés quiere asegurarse de que se apliquen los principios de buen gobierno, la transparencia y la rendición de cuentas, y que los compromisos políticos se mantengan, según Santiago Llorente, alcalde socialista de esa ciudad.
De los proyectos ya implementados por Leganés en los países en desarrollo, al menos dos están directamente relacionados con el desafío del cambio climático: una se centra en el suministro de electricidad a los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, Argelia, a través del uso de paneles solares para cocinas y otro, en el municipio de Macará, Ecuador, se centra en la gestión de residuos sólidos urbanos sostenibles.
Raúl Moreno, funcionario a cargo de la cooperación internacional para el desarrollo en Leganés, declara que ayudar a las poblaciones más vulnerables del mundo se ha convertido en algo natural para los ciudadanos de Leganés. Aunque afirma que, los recortes en el presupuesto nacional de desarrollo de cooperación han tenido un gran impacto en muchas de sus actividades de desarrollo
Proyectos en Tinduf El proyecto de energía solar para cocinas en Tinduf se remonta a 2008. En ese momento, la electricidad era un «lujo» casi impensable en los campos de refugiados. Desde entonces, la situación ha mejorado gracias, en parte, a la solidaridad de la gente de Leganés.
Desde Leganés también en Tinduf, han estado trabajando en el sector de la salud, con una unidad de atención primaria de salud compuesta por un pediatra, un médico general, una enfermera y un enfermero.
Los equipos están ahora tratando de combatir las enfermedades crónicas graves que también afectan a los niños, en particular, el asma, y una epidemia de gastroenteritis grave que estalló recientemente en la región, en particular después de las inundaciones, que han causado muchos problemas de salud.
Mejorar la gestión de los residuos sólidos en el Ecuador y Nicaragua
Entre las muchas dificultades encontradas hasta ahora por el alcalde Leganés y su equipo, y también por las organizaciones no gubernamentales que trabajan con ellos en el terreno, es el tratamiento de residuos sólidos urbanos que les planteó un enorme reto.
En palabras del alcalde, la falta de tratamiento de todos estos residuos ha generado muchos problemas, como la contaminación de los ríos en el municipio de Macará, Ecuador, y la contaminación del suelo.
El municipio de Leganés coopera activamente con la ciudad ecuatoriana en el diseño y la implementación del «Plan de Gestión Global de Residuos Sólidos en el Cantón Macará», tratando de aliviar esa difícil situación.
Entre sus objetivos, el proyecto tiene como objetivos: llevar agua potable a la población, la recogida de todos los residuos sólidos para minimizar los riesgos de salud en zonas urbanas remotas y pobres, y la creación de servicios básicos de saneamiento.
En los campamentos de refugiados de Tinduf, el municipio de Leganés también ha contribuido financieramente a un proyecto financiado por la UE para la instalación de un sistema de recogida de residuos.
Durante muchos años, el municipio de Leganés también financió un proyecto de la ONG: «Amigos de la Tierra» (Amigos de la Tierra), en Somoto, Nicaragua, con el objetivo de ayudar a que los niños salieran de los vertederos, con la ejecución de diversos proyectos para los residuos de reorganización y el reciclaje.
*Imagen de Flickr bajo licencia de Nacho Fradejas Garcia
Fuente: Euractive
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