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Un nuevo informe de International Labor Rights Forum The Fairness Gap: Farmer Incomes & Solutions to Child Labor in Cocoa saca a la luz la gran lucha de los productores de cacao de África Occidental para poder sobrevivir, a pesar de la demanda del cacaco y su precio alto en estas fechas navideñas. Según el informe aproximadamente el 60% del cacao del mundo proviene de Ghana y Costa de Marfil.
La pobreza que padecen las comunidades agrícolas de África occidental sigue minando los esfuerzos para erradicar el trabajo infantil y la trata de personas y por avanzar en el cultivo de cacao sostenible. Entre otras conclusiones, el informe señala que a pesar de las inversiones realizadas por las empresas de chocolate en proyectos destinados a mejorar la educación, el aumento de la productividad, y la implementación de la certificación del cacao, la industria ha sido incapaz de resolver la verdadera raíz del problema: los bajos precios pagados a los agricultores en Ghana y Costa de Marfil.
Este informe es el resultado de casi dos años de investigación y diálogo con los diversos actores de la industria. Se realizaron encuestas a los agricultores, empresas de chocolate, y responsables de programas de certificación y hablaron con representantes del gobierno, gerentes de cooperativas, asociaciones de agricultores y sindicatos.
El informe señala que algunos agricultores, incapaces de ganarse la vida con el cacao, están empezando a cambiar a otros cultivos como la palma y caucho. Esta tendencia puede ser un incentivo de mercado para aumentar los precios y que los agricultores vuelvan a producir cacao. No obstante, se destaca que se encontró un interés sincero en casi todas las partes interesadas en la erradicación del trabajo infantil en la industria del cacao.
El informe encontró varios factores que inhiben el emponderamiento del agricultor y que perpetúan los bajos salarios.
Muchas familias de agricultores de cacao en Ghana y Costa de Marfil viven en la pobreza con sólo 2 euros al día, que en el caso de familias numerosas, que son la mayoría, equivale a unos 40 centavos por persona. Los bajos ingresos dificultan que los agricultores puedan pagar a sus trabajadores el salario mínimo legal, lo que alimenta el uso de trabajo infantil. A lo que se suma el que la mayoría de los productores de cacao están aislados geográficamente por lo que deben confiar en una gran red de intermediarios para transportar sus granos, y que además, carecen de información sobre los precios.
-La edad media de los agricultores de cacao está aumentando ya que los jóvenes buscan medios de ingresos alternativos. Esto también aumenta la necesidad de los trabajadores eventuales y su nivel de marginalidad.
-Los agricultores, que a menudo trabajan pequeñas parcelas de la tierra en las comunidades de cacao aisladas, carecen de la organización necesaria para poder asumir un papel activo en la procesos de toma de decisiones que les afectan en la industria del cacao y en sus niveles de certificación. Por tanto, en la regulación de precios del cacao los agricultores no juegan ningún papel dada la la falta de organización y comunicación entre ellos.
Para hacer frente a los bajos ingresos de los agricultores, algunas empresas de chocolate se han centrado en ayudar a los agricultores mejorar la cantidad y la calidad de su cacao. Por desgracia, estos programas todavía no han demostrado un aumento de los ingresos netos de los agricultores. Y por otra parte, los esfuerzos de certificación han sido mixtos, pues aunque la certificación ha ayudado a establecer algún nivel de trazabilidad en la cadena de suministro de cacao, siguen persistiendo importantes problemas de la fiabilidad y viabilidad de dichos sistemas, según este informe.
Esta investigación tiene por objeto ayudar a avanzar en una nueva fase de promoción y el diálogo. El objetivo era identificar estrategias y puntos de colaboración en el sector y elevar las perspectivas de los agricultores. El informe concluye que todos los actores de la industria y de la sociedad civil, nacionales e internacionales, tienen un papel que desempeñar. Según esta ONG son necesarias discusiones realistas sobre cómo poner fin a la pobreza persistente entre los agricultores de cacao en África Occidental. Son precisos acuerdos sobre cuáles son las mejores intervenciones y estrategias prácticas para incentivar la transparencia, la rendición de cuentas y una mayor colaboración de la industria pre-competitiva. Y para ello es indiscutible la necesidad de garantizar que los agricultores tengan acceso a la información y al mercado.
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