
Hoy comenzamos una serie formada por tres artículos sobre casos de éxito.
Ser joven y emprendedor social es un gran reto no alcanzable para todos. Sin embargo, Forbes considera que las personas menores de 30 años tienen mucho que aportar. Disponen de las características habituales de un emprendedor[1] social, pero con una aversión al riesgo aún menor, con un dominio de la tecnología superior al resto y con una mayor formación que el resto de emprendedores sociales de otras edades. Los jóvenes emprendedores reciben flujos de información constante, forman parte de la sociedad del conocimiento y en muchas de las iniciativas con éxito se repite un mismo hecho, los jóvenes emprendedores han experimentado de primera mano problemas sociales existentes en el mundo. Este conjunto de características diferenciales ha motivado a estos jóvenes a emprender socialmente.
A partir de lo anterior, Forbes apuesta todos los años por poner en marcha el concurso mundial para cambiar el mundo (Change de World Competition. Forbes under30 summit) destinado a emprendedores sociales menores de 30 años que hacen frente a los desafíos globales con sus negocios. La semana pasada, los días 4 al 7 de octubre en Filadelfia ha tenido lugar la resolución del concurso para este año resultando ganadora del premio final de 500.000$ la joven Kiah Williams con su empresa Sirum. Los restantes 5 finalistas han sido: Paul Duan con Bayes Impacto; Elizabeth Nguyen y Heather Concannon; Amara Humphry con Gooru; Govinda Upadhyay con LEDsafari; y por último, Daniel Yu y Reliefwatch. Todos han recibido la cantidad de 100.000$. Estos premios están dirigidos a empresas en funcionamiento y el dinero del premio debe ser utilizado para acelerar las ideas más prometedoras.
A continuación repasamos la iniciativa ganadora
SIRUM
Origen
Kiah Williams y sus compañeros graduados de la Universidad de Stanford Adam Kircher y George Wang desarrollaron Sirum en 2005. Kiah Williams tenía 15 años cuando su padre cayó gravemente enfermo lo cual le impidió trabajar a tiempo completo. Los elevados gastos médicos y la merma en los ingresos de la familia, provocó la pérdida de su casa. Desde entonces Kiah se dedicó a pensar en una idea que ayudase a otras familias estadounidenses a evitar un destino similar. A su vez, la experiencia de Adam ayudando tras el tsunami en Batam (Indonesia) le alertó de las dificultades en la redistribución de los suministros, incluyendo la medicina.
Estos dos hechos son el germen de Sirum que fue puesto en marcha como programa piloto en el área de la Bahía de San Francisco en 2009. Desde entonces ha construido su red para incluir a 200 socios en todo California y Colorado. La plataforma sin fines de lucro trabaja actualmente con 12 centros de salud y ha distribuido más de 3 millones de dólares en medicinas a unos 85.000 pacientes.
Problema
Los fundadores de Sirum constataron dos problemas sociales relacionados. Por un lado se estima que 5.000 millones de dólares en medicamentos sin abrir se desperdician cada año en los Estados Unidos (en adelante EE.UU), y por otro lado, se aprecia que 50 millones de estadounidenses no pueden permitirse tomar los medicamentos prescritos por sus médicos.
Los datos anteriores causan unas 125.000 muertes anuales y los costes se disparan hasta los 289 mil millones de dólares al año. Por supuesto también hay que tener en cuenta las consecuencias en la fabricación y compra duplicada de medicamentos que se caducan antes de usarlos.
Los fundadores de Sirum vieron su oportunidad de negocio en esos 5.000 millones de dólares desperdiciados cada año. Observaron que podían convertirlos en superávit utilizable para pacientes fuera del sistema sanitario estadounidense. Sirum descubrió que gran parte del medicamento excedente sin usar lo tienen los centros de salud, las residencias de cuidados a largo plazo, las industrias farmacéuticas, mayoristas y farmacias.
Esto es una ventaja porque estos medicamentos están en perfecto estado todo su ciclo de vida gracias a los profesionales de este sector por lo que los pacientes fuera del sistema sanitario estadounidense pueden beneficiarse de tener acceso a estos medicamentos seguros, no caducados, y sin abrir que de lo contrario van a tirarse.
Asimismo, las leyes estadounidenses han ayudado a que la misión de Sirum se pueda cumplir. Cuarenta estados de EE.UU han reconocido en los últimos años esta oportunidad y han garantizado una protección legal mediante leyes conocidas como «leyes del buen samaritano» las cuales favorecen la creación de programas de redistribución de medicamentos tales como Sirum.
Misión
Sirum es una organización sin fines de lucro pionera en las donaciones locales de medicamentos, que cambia la cadena de producción de la disposición regulada de los medicamentos para convertir a los centros de salud en donantes de medicina no usada, para provocar la reducción de residuos y el suministro de medicamentos que salvan vidas a personas que no pueden permitirse económicamente estar dentro del sistema sanitario.
Por tanto, Sirum interrumpe la cadena de suministro farmacéutica redistribuyendo los medicamentos sin usar y sin caducar que de otro modo serían destruidos. La plataforma online conecta medicamentos no caducados de los centros de salud, los fabricantes y mayoristas con las necesidades de los pacientes en las clínicas de la red de seguridad y coordina toda la logística de una donación incluyendo prospectos detallados, seguimiento y envío.
Innovación
Hasta ahora no existía ningún método de tratamiento satisfactorio para los cientos de miles de toneladas de medicamentos que se tiran cada año. La redistribución propuesta por Sirum no sólo evita que estos residuos tóxicos entren en nuestro suministro de agua, sino que también ayuda a que los pacientes sin seguro puedan acceder a los medicamentos que necesiten. Sirum salva vidas, ahorra tiempo, elimina intermediarios, es rápido, fácil y gratuito lo que evita además los costes de la destrucción de medicamentos.
Modelo de negocio
A través de la plataforma online de Sirum, las organizaciones donantes pueden subir los inventarios de los medicamentos no utilizados, mientras que las clínicas de la red de seguridad suben a la plataforma las necesidades de medicación de sus pacientes. El sistema informático de Sirum crea coincidencias automáticas entre donadores y receptores y facilita el envío rápido y directo de la medicina. La plataforma online de Sirum maneja el mantenimiento de registros, envío y otros aspectos logísticos.
Resultados
Sirum cuenta con redes de redistribución en California y Colorado, con más de 200 socios que participan en total. La organización ha facilitado la redistribución de 1 millón de pastillas, lo que equivale a cerca de 3 millones de dólares en medicamentos guardados y 85.000 pacientes ayudados. Esto también representa cerca de dos toneladas de medicamentos que no se eliminan sino que se aprovechan. En definitiva, Sirum ha impedido hasta 32.791 kg de desechos mediante la eliminación de la necesidad de producir nuevos medicamentos. Su meta final es llegar a los 50 millones de estadounidenses que actualmente renuncian a sus recetas debido al coste.
Una vez conocida la iniciativa ganadora de Forbes 30under30, las segunda y tercera parte de esta serie de casos de éxito que comenzamos hoy, se dedicarán a los 5 finalistas de esa iniciativa.
WEBGRAFÍA
http://abogados.lawinfo.com/recursos/lesion-personal/-que-son-las-leyes-del-buen-samaritano-.html
[1] Ver artículo titulado “Emprendedores sociales: algo más que emprender” para conocer las características habituales de los emprendedores sociales
Imagen: Junta de Andalucía
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