Justo cuando acababa ese plazo de 100 días, el Ministerio para la Transición Ecológica presentaba el borrador del segundo Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, más orientado a la acción que el primero. Una suerte de hoja de ruta que recoge 81 líneas de actuación que nuestro país llevará a cabo durante el periodo 2021-2030 para adaptar su economía y sociedad al nuevo escenario climático.
Las 81 medidas recogidas en el PNACC involucran a 18 ámbitos de trabajo y pretende ser una guía para evitar o reducir los riesgos económicos, sociales y ecológicos de la crisis climática que nuestro país ya sufre y localizar las áreas más vulnerables.
Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecológica no tiene todavía una estimación global del presupuesto que hará falta para poner en marcha este plan que recoge actuaciones en campos muy diversos. Además de las medidas para adaptar sectores económicos como la agricultura, la pesca, el turismo o el transporte, directamente vinculados al clima, se contemplan medidas para la biodiversidad, la salud humana, el urbanismo, la vivienda, la investigación e innovación o la educación.
Desde el Ministerio de Transición Ecológica se considera que la adaptación al cambio climático es una buena oportunidad para salir de la crisis porque las inversiones serán rentables y se traducirán en la generación de nuevos nichos y empleos.
Una de las novedades es que se incluyen un conjunto de indicadores -27 en total- que permitan hacer un seguimiento sobre la evolución y los progresos de las políticas que se pongan en marcha para ir adaptando la respuesta. Por otra parte, el borrador señala que habrá una estimación de los costes y los beneficios de la acción y la inacción.
El escenario actual sitúa a España como uno de los países europeos que más sufrirán las consecuencias del aumento de las temperaturas y de la frecuencia de fenómenos extremos. Según destaca el documento, «la temperatura media en el conjunto del territorio español ha subido alrededor de 1,7ºC desde la época preindustrial, el verano se ha alargado cinco semanas con respecto a comienzos de la década de los ochenta y la extensión de zonas con clima semiárido ha aumentado más de 30.000 kilómetros cuadrados en un plazo de 20 años».
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