
17 de enero de 2019
Los riesgos globales se están intensificando, pero falta voluntad política para abordarlos.
Así comienza el resumen ejecutivo del Informe de Riesgos Globales 2019 que cada año presenta el Foro Económico Mundial (FEM).
Esta falta de voluntad está acrecentando la polarización y las divisiones en el mundo hasta tal punto que la idea de «recuperar el control» -ya sea a nivel de política nacional o a nivel multilateral o de organizaciones supranacionales, está debilitando las respuestas colectivas a los grave problemas que enfrentamos.
El FEM avisa de «la profundización de las fisuras» que se han producido en el sistema de cooperación internacional, con una falta de consenso en organizaciones multilaterales como la ONU, y «sugiere que pueden estar apareciendo riesgos sistémicos».
«Si se produjera otra crisis (económica) global, ¿se dispondría de los niveles necesarios de cooperación y apoyo?», se preguntan los autores del documento. «La tensión entre la globalización de la economía mundial y el creciente nacionalismo de la política a nivel internacional es un riesgo cada vez mayor», señalan.
Los riesgos globales se están intensificando. Durante 2018, los riesgos macroeconómicos se agudizaron: aumentó la volatilidad de los mercados financieros, la deuda mundial y la desaceleración económica, especialmente la de la economía china, con un crecimiento del 6,6% en 2018 a un 5,8% previsto en 2022, así como la carga de deuda global, en torno al 225% del producto interior bruto (PIB).
Pero el aspecto más relevante del informe de este año es el nivel de preocupación por los problemas geopolíticos. De los diez principales riesgos que se espera que se deterioren en 2019, siete están conectados al entorno político. Más del 90% de los encuestados espera que las confrontaciones económicas entre las principales potencias se deterioren en 2019.
“En un contexto en el que el comercio global y el crecimiento económico están en riesgo, es muy importante renovar la arquitectura de la cooperación internacional”, según Børge Brende, presidente del Foro Económico Mundial.

Pérdida de biodiversidad
Según el informe, continuarán dominando en 2019 los riesgos relacionados con el medioambiente, y preocupan no solo los efectos del cambio climático en varios ámbitos, sino también «el fracaso de los Gobiernos en aplicar medidas que los mitiguen».
Los expertos urgen a afrontar la «rápida pérdida de biodiversidad», de un 60% desde 1970, y advierten de que el impacto del clima, más el aumento de la población en las ciudades, hacen que «cada vez más personas sean vulnerables al aumento del nivel del mar» en poblaciones costeras.
El Foro Económico Mundial prevé que, en 2040, haya un déficit de inversión en infraestructura global para adaptarse al nuevo entorno y responder al cambio climático, de 18.000 millones de dólares, frente a las necesidades previstas de unos 97.000 millones de dólares.
Dentro de los riesgos a corto plazo detectados por los expertos y analistas encuestados hay una gama que incluyen desde la degradación del medioambiente, pasando por la falta de privacidad de empresas y gobiernos, hasta llegar a las amenazas cibernéticas y tecnológicas.
Según el informe, “la reconfiguración de las relaciones entre los países profundamente integrados está llena de riesgos potenciales (…). En este contexto, es probable que sea más difícil avanzar colectivamente en otros desafíos globales, que van desde la protección del medioambiente hasta la respuesta a los desafíos éticos de la Cuarta Revolución Industrial”.
De hecho, sobre el último punto –que está directamente relacionado con los avances tecnológicos–, el futuro cercano podría ser incluso peor, si se tiene en cuenta que 8 de cada 10 encuestados ubicaron los ciberataques en el top 5 de mayores riesgos a corto plazo, a nivel global.
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