
En Islandia, a partir del 1 de enero, cualquier empresa o agencia gubernamental con 25 o más miembros del personal «tendrá que obtener la certificación gubernamental de sus políticas de igualdad salarial”. Las compañías que no cumplan con esta ley enfrentarán multas.
Para Dagny Osk Aradottir Pind, miembro de la junta de la Asociación Islandesa de Derechos de las Mujeres, la legislación es un mecanismo para «garantizar que las mujeres y los hombres reciban el mismo salario». Añadió que Islandia ya tenía leyes que establecen igualdad salarial por igual trabajo, pero ha persistido durante décadas la brecha salarial de género.
«La legislación es básicamente un mecanismo para que las empresas y las organizaciones evalúen cada trabajo que se realiza, y obtengan una certificación si confirman que pagan lo mismo a hombres y mujeres”.
Islandia es el primer país en establecer dicha legislación. Aunque existen disposiciones similares disponibles en lugares como Suiza o el estado estadounidense de Minnesota, Islandia se convierte en el primer país en hacerlo obligatorio. Islandia anunció por primera vez la medida en marzo de 2017 en el Día Internacional de la Mujer.
Actualmente, el Parlamento de Islandia está compuesto por casi el 50 por ciento de miembros femeninos y ésta ha sido una de las razones clave para el impulso de la ley.
El Foro Económico Mundial clasificó en su Global Gender Gap Report de 2017, a la nación, como el país con mayor igualdad de género en los últimos nueve años, actuando como «un líder en el empoderamiento político de las mujeres y un fuerte desempeño en la igualdad salarial». En la clasificación, Islandia es seguida por otros países nórdicos como Noruega, Finlandia y Suecia.
No obstante el Foro señalaba en su informe que a pesar de los logros de Islandia hacia la igualdad salarial, «su brecha de género en las áreas de participación económica, oportunidades y logros educativos» se ha ampliado a lo largo de los años, siguiendo una tendencia mundial. La organización estima que pasará un siglo antes de que se cierre la brecha general de género en todo el mundo.
El gobierno islandés ha dicho que está comprometido a cerrar la brecha salarial de género para 2022, y esta medida es clave por varias razones. Por una parte, porque supone un nuevo método para abordar un problema sistémico. Pero al mismo tiempo, supone un test de prueba en un país que a pesar de estar a la vanguardia de la igualdad de género, enfrenta un gran número de casos de agresiones sexuales contra mujeres.
Una economía impulsada principalmente por el turismo y las prósperas pesquerías, la legislación ha encontrado poca o ninguna oposición en este país nórdico de unos 320.000 habitantes, que ya cuenta con una ley que exige que las empresas privadas tengan al menos un 40% de mujeres en sus juntas. Islandia también ofrece permisos parentales iguales para hombres y mujeres. Esta ley pretende ser un paso más para la igualdad real.
Imagen: ejecutivo islandés (https://www.stjornarradid.is/)