
- En una decisión sin precedentes a favor de la justicia climática, el Consejo de Estado francés controlará las actuaciones del Gobierno francés a favor del clima
- El gobierno francés deberá demostrar sus esfuerzos para una reducción del 40% en gases de efecto invernadero para 2030
21 de noviembre de 2020
Esta es la primera brecha abierta en la justicia climática en Francia. La comuna de Grande-Synthe, apoyada por París, Grenoble y las ONG del Asunto del Siglo, ha ganado su batalla. El Consejo de Estado solicita al gobierno que demuestre que sus esfuerzos climáticos están en línea con una reducción del 40% en las emisiones para 2030. La copia debe devolverse en tres meses. Si no es convincente, el tribunal administrativo más alto puede obligar al estado a actuar.
El Consejo de Estado otorga al gobierno tres meses para demostrar sus esfuerzos climáticos en la dirección de una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2030 y la neutralidad de carbono para 2050. El Consejo de Estado, en su decisión de 19 de noviembre se pronuncia por primera vez en una disputa relacionada con el cambio climático.
Por primera vez, el Consejo de Estado está llamado a pronunciarse sobre un caso relacionado con el respeto de los compromisos en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Durante la firma del acuerdo climático de París del 12 de diciembre de 2015, celebrado en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) del 9 de mayo de 1992, la Unión Europea y Francia están comprometidos con la lucha contra los efectos del cambio climático inducidos, en particular, por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para implementar este compromiso, la Unión Europea y sus estados miembros han decidido reducir sus emisiones en un 30% en comparación con 2005 para 2030, con un objetivo del 37% asignado a Francia. Además, Francia se ha fijado, por ley, un objetivo aún más ambicioso de reducir sus emisiones en un 40% en 2030 en comparación con 1990.
El municipio de Grande-Synthe (Norte) y su alcalde pidieron al presidente de la República y al Gobierno a finales de 2018 adoptar medidas adicionales para doblar la curva de emisiones producidas y respetar, como mínimo, los compromisos asumidos por Francia. Ante la negativa del gobierno, recurrieron al Consejo de Estado, apoyados por las ciudades de París y Grenoble, así como por varias organizaciones de defensa del medio ambiente, entre ellas Oxfam Francia, Greenpeace Francia, Notre Affaire A Tous y la Fundación Nicolas. Hulot. El Consejo de Estado considera en primer lugar que la solicitud del municipio de Grande-Synthe es admisible, ya que este municipio costero del Mar del Norte está particularmente expuesto a los efectos del cambio climático.
El Consejo de Estado toma nota en primer lugar de que Francia se ha comprometido, con el fin de implementar el Acuerdo de París, a adoptar una trayectoria de reducción de emisiones que permita lograr, en 2030, una reducción del 40% con respecto a a su nivel de 1990 .
Alcance legal de la CMNUCC y el Acuerdo de Paris
Con respecto al alcance legal de la CMNUCC y el Acuerdo de París, invocados por los solicitantes, en el derecho francés, el Consejo de Estado considera que estos acuerdos se remiten a la obligación de cada Estado signatario para tomar medidas nacionales para asegurar su implementación. No obstante, el Consejo de Estado precisa que los objetivos que Francia se ha marcado a este respecto deben leerse a la luz de estos acuerdos para que tengan un alcance pleno en el Derecho francés.
Estos compromisos se han implementado a nivel europeo y nacional. En Francia, el legislador se ha fijado así el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% entre 1990 y 2030 en el territorio nacional. Para lograr este objetivo, el Gobierno adoptó mediante decreto una trayectoria de reducción que abarca 4 períodos (2015-2018, 2019-2023, 2024-2028 y 2029-2033), cada uno con un techo de emisiones (denominado “presupuesto carbono ”), disminuyendo gradualmente.
El decreto de 21 de abril de 2020 aplaza después de 2023 parte del esfuerzo de reducción de emisiones a realizar, por lo que el Consejo de Estado pide al Gobierno que justifique que su negativa a tomar medidas más estrictas es compatible con el objetivo para 2030.
El Consejo de Estado observa en primer lugar que, para el período 2015-2018, se superó significativamente el techo de emisiones previsto. Francia solo ha logrado una reducción media de sus emisiones del 1% anual, mientras que el techo fijo impuso una reducción de alrededor del 2,2% anual. Mediante el decreto del 21 de abril de 2020, el Gobierno modificó los techos de emisión 2, 3 y 4; revisa a la baja el objetivo de reducción de emisiones para el período 2019-2023 y, por lo tanto, prevé un cambio en la trayectoria descendente para alcanzar el objetivo establecido para 2030: por lo tanto, parte de los esfuerzos inicialmente previstos se posponen después de 2023..
Ante estos nuevos datos, el Consejo de Estado considera que no cuenta con los elementos necesarios para juzgar si la negativa a tomar medidas adicionales es compatible con el respeto de la nueva trayectoria resultante del decreto de abril pasado para lograr la meta de 2030. Por lo tanto, solicita al Gobierno que le proporcione, en un plazo de tres meses, las justificaciones pertinentes, y al municipio solicitante y a los intervinientes toda la información adicional.
Si las justificaciones proporcionadas por el Gobierno no son suficientes, el Consejo de Estado podrá entonces atender la solicitud del municipio y anular la negativa a tomar medidas adicionales que permitan respetar la trayectoria planificada para lograr el objetivo de – 40 % para 2030.
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