
Según el estudio “La movilidad en áreas metropolitanas: un desafío permanente”
“La actual regulación sobre movilidad es cortoplacista e insuficiente con los planes de calidad del aire”
- Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, la Fundación Corell, referente de la movilidad en España, afirma que “la proliferación de planes municipales de calidad del aire y sus implicaciones crean confusión en los ciudadanos”.
- Desde la institución se cree “fundamental” una homogeneización de los diferentes planes de calidad del aire que se redacten en el futuro por parte de los consistorios.
Madrid, 19 de septiembre de 2019.
En el marco de la Semana Europea de la Movilidad que se celebra entre el 16 y el 22 de septiembre, la Fundación Corell, centrada en la investigación y creación de proyectos para la mejora del desarrollo de la movilidad, ha dado a conocer las conclusiones de su estudio “La movilidad en áreas metropolitanas: un desafío permanente”, en el que se evidencia cómo los planes de calidad de aire no van acompañados de una regulación de la movilidad urbana adecuada.
“La ordenación de la movilidad queda a menudo relegada a un segundo plano, otorgando mayor importancia a medidas más visibles y con impacto a corto plazo”, afirma Miguel Ángel Ochoa, presidente de la Fundación Corell.
De este modo, tal como se extrae del estudio mencionado, a pesar de que numerosas ciudades españolas han desarrollado planes de calidad del aire (PCAs) con medidas que afectan directamente a la gestión de la movilidad, la regulación de la misma que debería acompañarlos no está actualizada y, por tanto, no responden a una realidad que preocupa a todos los ciudadanos. Muchos planes se reducen a medidas parciales que no ofrecen una solución real, regularizando únicamente aspectos con impacto inmediato como pueden ser la renovación del parque automovilístico o la sustitución de la tracción fósil por tracción eléctrica, siendo el transporte el sector más afectado.
El surgimiento de nuevos operadores de movilidad como las plataformas de carsharing, patinetes, bicicletas o VTC, entre otros, hace necesaria una actuación rápida y eficaz por parte de las instituciones públicas. “De hecho, la regulación de los nuevos modos de movilidad genera incertidumbre en la población, a lo que debe ponerse fin, tomando decisiones y priorizando la calidad del aire, la sostenibilidad y, por ende, el bienestar general del ciudadano”, concluye el presidente de Fundación Corell.
De este modo, ante la proliferación de nuevas alternativas de movilidad bajo el paraguas de la sostenibilidad, la Fundación destaca la importancia de que el regulador priorice entre el fomento del transporte colectivo o los nuevos modos de movilidad individual, siempre bajo la máxima de la eficiencia.
Al igual que existe una Oficina Española del Cambio Climático, la Fundación recomienda la creación de una Secretaría de Estado que dirija y armonice los diferentes PCA con el fin de garantizar un marco regulatorio homogéneo
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