
- Se avanza en transparencia de los compromisos nacionales pero no hay acuerdos firmes ni en financiación ni en solidaridad con los países más pobres
- Para Greenpeace, los acuerdos de los estados participantes no llegan suficientemente lejos, por lo que insta a los gobiernos a que intensifiquen sus acciones de inmediato en consonancia con los datos del informe del IPCC.
La comunidad internacional ha logrado en la cumbre del clima (COP24) de Katowice (Polonia) sellar las reglas que permitirán aplicar el Acuerdo de París contra el cambio climático.
El Acuerdo de París (2015), que deberá entrar en vigor en 2020, estableció con nitidez una apuesta por la plena descarbonización de la economía mundial para reducir y neutralizar las emisiones de gases de efecto invernadero acumuladas en la atmósfera.
Tras unas negociaciones que se han sucedido durante los últimos trece días, los representantes de 197 países han logrado pactar el denominado «libro de reglas» que regirá la lucha contra el calentamiento global durante las próximas décadas.
El acuerdo final de Katowice reconoce la necesidad de que los países aumenten su ambición climática y hagan mayores esfuerzos para reducir las emisiones más dañinas, pero no incluye un compromiso firme ni vinculante en ese sentido.
El acuerdo incluye una referencia al informe científico del IPCC, una de las cuestiones más controvertidas de las negociaciones, y apela a la importancia de acometer cambios «urgentes y sin precedentes» para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados.
El acuerdo sí supone un avance en la transparencia, ya que establece un conjunto de reglas comunes a todos los países para que informen regularmente a la comunidad internacional de sus acciones climáticas. No obstante, el compromiso sobre transparencia es flexible y reconoce las peculiaridades y circunstancias de cada país, de forma que los Estados que lo necesiten dispondrán de un periodo de adaptación a este mecanismo de información común.
El documento no se pronuncia con contundencia sobre la necesaria implicación y solidaridad de los países más ricos con los más vulnerables al cambio climático. En la financiación de acciones climáticas, el documento consensuado reconoce que deben destinarse más recursos, especialmente a mitigación y reducción de efectos del cambio climático, en línea con lo acordado en París, pero no establece nuevas obligaciones para los países desarrollados.
El texto final también reconoce que las contribuciones para reducir las emisiones de cada país y lograr limitar el aumento de la temperatura deberían ser actualizadas al alza en 2020 -cuando entra en vigor el Acuerdo de París-, aunque no profundiza en este ámbito.
Por otra parte, la modificación del sistema sobre la regulación del mercado de carbono, ha quedado sin resolver y se abordará en la próxima cumbre del clima, la COP29, en Chile.
Tras anunciar el acuerdo, el presidente de la COP24, el polaco Michal Kurtyka, ha dicho que el trabajo durante esta cumbre se ha guiado por «un sentido de responsabilidad con la Humanidad y con el bienestar del planeta, que nos acoge a nosotros y acogerá a las generaciones futuras».
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, hablaba de éxito en Polonia y afirmaba que el documento consensuado en la cumbre de Katowice (COP24) «demuestra la resistencia del Acuerdo de París como hoja de ruta para la acción climática», frente a quienes cuestionan su validez.
Según la Directora Ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan, “Un año de desastres climáticos y una terrible advertencia de los mejores científicos del mundo debería haber conducido a mucho más aquí en Katowice. En vez de eso, los gobiernos han defraudado al mundo otra vez. Han ignorado la ciencia y, al hacerlo, han ignorado la difícil situación de las personas vulnerables. Reconocer la urgencia de una mayor ambición y adoptar un conjunto de normas para la acción climática no es suficiente cuando naciones enteras se enfrentan a la extinción. Sin una acción inmediata, ni siquiera las normas más estrictas nos llevarán a ninguna parte
Imagen: COP24, Katowice.
Deja una respuesta