
María Viver, directora de la Fundación Randstad
28 de Diciembre de 2018
La Fundación Randstad nace en 2004 con la misión de conseguir la igualdad de oportunidades en el empleo gracias a la integración laboral de personas en riesgo de exclusión social. Entre estos colectivos de actuación se encuentran las personas con capacidades diferentes, mujeres y hombres mayores de 45 años, desempleados de larga duración (al menos un año), inmigrantes con dificultades para su inserción laboral, mujeres víctimas de violencia de género y familias monoparentales.
El equipo de Fundación Randstad está formado por 30 profesionales y es una de las instituciones que más está trabajando en España a favor de la inclusión social y la visibilización y sensibilización de estos colectivos. Precisamente, los premios de la Fundación Randstad cuya convocatoria está abierta, son galardones que se entregan anualmente, en diferentes categorías, para reconocer el trabajo de empresas, instituciones, medios de comunicación y particulares en este ámbito. Entrevistamos aquí a su Directora, María Viver, para conocer un poco más sobre su labor.
María, la Fundación Randstad comenzó su andadura en 2004. ¿Cuál es la finalidad de la Fundación? ¿Cómo han sido estos años al frente de la Fundación?
La Fundación Randstad tiene dos claros objetivos: la integración en la sociedad de las personas en riesgo de exclusión a través de un empleo, y su normalización en la sociedad y en las empresas. Para ello, desarrollamos distintos programas, tanto nacionales como locales, con itinerarios individualizados que responden a las necesidades de cada persona en materia de inserción laboral. Y trabajamos con las empresas en facilitar la integración y hacer empresas más diversas e inclusivas.
Estos años pasados no han sido nada fáciles, las tasas de paro tan elevadas no acompañaban, afortunadamente esta situación está cambiando y esperamos que lleguen las oportunidades a las personas para las que trabajamos. Hemos conseguido la confianza y compromiso de muchas empresas, instituciones y administraciones públicas, que han hecho posible que sigamos trabajando por la integración laboral de estos colectivos, mejorando nuestra sociedad y ofreciendo oportunidades a los que más lo necesitan.
¿Cómo ha evolucionado el compromiso empresarial con estos colectivos?
En los últimos años hemos visto un avance en materia de integración, pero aún queda mucho por hacer.
Cada vez son más las empresas que dentro de sus estrategias de Responsabilidad Social incluyen la gestión de la diversidad y el empleo como uno de sus principales objetivos, tanto para la propia integración en sus plantillas, como para el desarrollo de proyectos de inserción a través de entidades sociales para conseguir el empleo deseado. A nivel general las empresas manifiestan mayor conocimiento, compromiso y normalidad con estos temas.
¿Hay sectores empresariales más favorables o sensibilizados que otros?
En el caso de la discapacidad, sí que existen sectores en los que la integración es más posible. Concretamente según el informe de “Jóvenes, Discapacidad y empleo” de Fundación Randstad, los cuatro sectores con mayor presencia de jóvenes con discapacidad son el sector administrativo y de servicios auxiliares, información y comunicaciones, finanzas y seguros y medios de comunicación, en el que tanto los riesgos laborales como la cualificación de las personas son más compatibles con la discapacidad.
En el resto de colectivos vulnerables, no influye tanto el sector de actividad sino la sensibilización empresarial hacia estos colectivos, por eso este es un tema clave en el que seguir trabajando.
Desde tu experiencia en la fundación ¿cómo ha evolucionado el mundo de la inserción laboral de las personas con diversidad funcional o psíquica o en riesgo de exclusión en España?
En estos 13 años de existencia de Fundación Randstad hemos observado un avance significativo en las iniciativas relacionadas con la inclusión laboral de personas con discapacidad.
Cada vez son más las empresas que tienen proyectos dirigidos a discapacidad. Integrados en sus estrategias de selección, formación y desarrollo, incentivando así a otras empresas a seguir avanzando. La discapacidad está más presente en la cadena de valor de las organizaciones y el interés de contratar a estas personas aumenta. Según el citado informe de “Jóvenes, discapacidad y empleo” hay una elevada proporción de empresas (el 56% del total de las empresas encuestas) que manifiestan interés en contratar, incluso empresas que no lo han hecho en el pasado, tienen interés.
La tasa de ocupación de estas personas, aunque todavía está por debajo de la población general, también ha incrementado en casi 50.000 personas de 2015 a 2016, que son los últimos datos registrados. Este es un indicador que manifiesta la mejora de la inclusión laboral.
Por otro lado, todavía hay que seguir trabajando en la formación de estas personas, para que tengan mayores oportunidades de trabajo y que estos sean más competitivos y con mejores condiciones, y así avanzar en la plena integración de estas personas y que ocupen posiciones influyentes. En este sentido, y sabiendo que hay muchos tipos de discapacidad y que hay que tratar a cada uno según sus capacidades, este año la campaña que hemos lanzado con Fundación Atresmedia ha trasmitido esta idea. Hemos querido visualizar que las personas con capacidades diferentes pueden alcanzar puestos de máxima responsabilidad siempre que se preparen adecuadamente, el talento no deja de existir porque se tenga una discapacidad.
¿Crees que las leyes, la LISMI y la LGD han ayudado?
Si, considero que la existencia de estas leyes han favorecido las políticas de inclusión de las empresas e instituciones, provocando un avance de la sociedad, acogiendo la diversidad funcional dentro de sus plantillas y ofreciendo oportunidades laborales a quien más lo necesitan.
¿Crees que la futura contratación responsable y las cláusulas sociales promoverán un terreno empresarial más proclive a la contratación de estos colectivos?
El nuevo marco jurídico de contratación pública, contribuye a conseguir objetivos sociales y medioambientales, como la calidad en el empleo, la participación de colectivos con mayores dificultades de empleabilidad, la paridad entre hombres y mujeres, la estabilidad laboral de los trabajadores, entre otros. Por este motivo, la contratación pública se convierte en una herramienta para la transformación del entorno social y económico.
Supone una oportunidad para incorporar de forma efectiva criterios sociales de forma transversal y obligatoria en la contratación, configurando un sistema que avance hacia un modelo económico más humano y responsable, colocando a las personas en el centro de la gestión, y favoreciendo la integración laboral de personas con dificultades de empleabilidad.
Finalmente, en relación con los premios de la Fundación Randstad, ¿Cuál ha sido su papel en estos años para la sensibilización de instituciones, empresas y administraciones? ¿Hacia dónde quieren llegar?
Precisamente ahora está abierto el plazo de presentación de las candidaturas para los premios, hasta el 31 de enero de 2018. Los premios Fundación Randstad fueron pioneros en la integración laboral y se crearon hace 13 años, con la convicción de que entre todos, empresas, entidades sociales, medios de comunicación y las propias personas tenemos que facilitar, normalizar e impulsar la participación activa de estas personas por medio de un empleo, no sólo por la aportación de las múltiples competencias y capacidades de estos colectivos, sino por la repercusión de su participación laboral en toda la sociedad y en las políticas públicas.
A través de los Premios Fundación Randstad, queremos premiar las «buenas prácticas» de nuestro tejido empresarial y social, animando a otros a querer hacer lo mismo. El objetivo último es reconocer la labor de integración y normalización de estas personas en las empresas, medios de comunicación e instituciones.
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