
Aunque desde los organismos internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se insta a los gobiernos a dar prioridad a la creación y aplicación de marcos normativos incluyentes, que propicien políticas exhaustivas de conciliación de la vida laboral y familiar, con suficiente espacio fiscal; lo cierto es que cada vez más estas políticas están siendo asumidas por las grandes empresas, como es el caso de la multinacional Nestlé.
Nestlé es una de las compañías agroalimentarias más grandes del mundo. Fue fundada en 1866 por Henri Nestlé en Vevey, Suiza y en la actualidad cuenta con 333.000 empleados/as en todo el mundo y 447 fábricas repartidas entre los 196 países en los que opera[1]
Esta compañía siempre ha tenido claro que proteger la maternidad de las trabajadoras es esencial para la defensa de los derechos de la mujer y para permitirle combinar satisfactoriamente sus funciones como procreadora y productiva. La protección de la maternidad contribuye a la salud y al bienestar de las madres y sus bebés y por tanto al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, números 4 y 5, cuyos fines son reducir la mortalidad infantil y mejorar la salud materna. No en vano, Nestlé ha sido una compañía que desde sus orígenes se ha esforzado por ser una empresa reconocida como líder mundial en nutrición, salud y bienestar.
La OIT en su informe “La maternidad y la paternidad en el trabajo: Legislación y práctica en el mundo”, publicado en mayo de 2014, indica que aproximadamente 830 millones de mujeres en el mundo no se benefician de una protección adecuada de la maternidad. De las cuales, casi el 80% de estas trabajadoras se encuentran en África y Asia, continentes en los que opera Nestlé.
Siguiendo las recomendaciones basadas en el Convenio para la Protección de la Maternidad de la OIT (Convenio 183), Nestlé ha puesto en marcha una Política de protección a la Maternidad en todo el mundo en la que establece unas normas mínimas que deberán implantarse en todos sus centros de trabajo de cara al 2018.
Esta Política otorga a los empleados y empleadas un mínimo de 14 semanas pagadas de licencia de maternidad, o postnatal, y el derecho de ampliarla hasta seis meses. Esto será aplicable a todos los cuidadores primarios de los recién nacidos, incluidos los empleados de sexo masculino y los padres adoptivos.
También incluye la protección del empleo, condiciones de trabajo flexibles y el acceso garantizado a las salas de lactancia durante las horas de trabajo en las oficinas centrales y en centros con más de 50 empleados. Nestlé cuenta actualmente con más de 190 salas de lactancia materna a través de sus instalaciones de trabajo globales.
En relación a la licencia de paternidad, permiso remunerado reservado a los padres tras el nacimiento de un hijo/a, que no está estipulada en los convenios internacionales, Nestlé también establece unos mínimos: deberá ser remunerado como mínimo una semana.
De este modo, los mercados de Nestlé que se encuentran actualmente por debajo del las normas mínimas establecidas en este Política tendrán que establecer una hoja de ruta de cara al 2018, fecha tope en la que deberán adaptarse a las indicaciones de la sede central.
Algunos de los países en los que opera, que no reúnen esas condiciones mínimas, y que se beneficiarían de esas medidas aparecen coloreados en color lila o naranja en el mapa que sigue:
En el caso de nuestro país, Nestlé España dispone de una muy variada oferta de políticas, medidas e iniciativas de conciliación. Entre las más llamativas, encontramos[2]:
-Más de un 90% de los empleados de las oficinas centrales tienen horario flexible.
-Alimentación gratis para los bebés de los empleados/as durante el primer año.
-Guardería hasta los 4 años
-Comedor de empresa subvencionado.
-Servicios especiales en el centro del trabajo, tales como supermercado con productos Nestlé a precios reducidos, cajero automático, agencia de viajes…
-Ayuda a los expatriados en la tramitación de permisos, búsqueda de vivienda y colegios para sus hijos.
Sin duda, esta Política de protección de la Maternidad es una buena noticia para las personas que trabajan en Nestlé, no sólo porque en el caso de nuestro país las madres verían aumentar su permiso en un mes, sino porque entendemos que apoyar a la trabajadora cuando acaba de ser madre, le reportará a la empresa un mayor compromiso y fidelidad; menor absentismo al mejorar la salud de la madre y del niño; y menor pérdida de trabajadoras cualificadas por su maternidad. Además cuando la empresa, como es el caso de Nestlé, facilita el que la mujer trabajadora continúe con la lactancia tras su incorporación al trabajo, está contribuyendo a potenciar los beneficios que esto implica para el niño, la madre y, también, la propia empresa.
Por señalar alguna de las sombras y cuestiones pendientes estaría el dar un paso más en el permiso de paternidad. Una semana o dos, como en el caso de España, resulta del todo insuficiente para lograr que los hombres se impliquen más en las responsabilidades de cuidado, hecho que reportaría, sin duda, mayores efectos positivos para la igualdad de género en el trabajo y en el hogar.
*Imagen de Flickr de photosavvy
[1] Nestlé en la Sociedad. Informe sobre Creación de Valor Compartido. 2013
[2] Fernández, D.; González, M. (2005): “La preocupación por las personas forma parte de nuestra naturaleza”, entrevista a Luis Miguel García, director de RRHH, de Nestlé publicada en Equipos&talento. Disponible en http://www.equiposytalento.com/contenido/download/20/lm_garcia.pdf [12/02/2015].
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