
Es tiempo de actuar contra el DESPILFARRO DE ALIMENTOS
Un estudio reciente de la FAO constató que un tercio de los alimentos producidos en todo el mundo se pierde o desecha durante la etapa de producción y de consumo. Casi la mitad de esos desechos tiene lugar en los países industrializados donde vendedores y consumidores rechazan alimentos todavía en buen estado. La cifra supera los 300 millones de toneladas, mucho más de la producción neta total en el África Subsahariana. Una cantidad que por otra parte, sería suficiente para alimentar a 900 millones de personas hambrientas en todo el mundo (FAO)[1].
Se calcula que, en Europa, se malgastan 89 millones de toneladas de alimentos cada año, o sea, 179 kilos por habitante, con grandes variaciones entre países y entre los diversos sectores, y ello sin contar los residuos de alimentos de origen agrícola generados en el proceso de producción ni los descartes de pescado arrojados al mar. Se desperdician alimentos en cada etapa de la cadena alimentaria, del agricultor al consumidor, productores, procesadores, comercios minoristas, proveedores de servicios de catering y consumidores[2]. Los residuos alimentarios alcanzarán en 2020,126 millones de toneladas (un aumento del 40 %) a menos que se tomen más medidas preventivas.
Estos datos han situado la reducción del desperdicio de alimentos en la agenda comunitaria. El Parlamento Europeo ha hecho un llamamiento para que se tomen de inmediato medidas colectivas con el fin de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos antes de 2025, mientras que la Comisión Europea se planteaba dicha reducción para 2020, siendo los alimentos una de las principales prioridades de su «Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos». Este ambicioso objetivo requiere esfuerzos conjuntos de toda la cadena de suministro de alimentos[3].
Pero junto a ello hay que tener en cuenta que:
- en la Unión Europea viven 79 millones de personas por debajo del umbral de pobreza, es decir, más del 15 % de los ciudadanos perciben una renta inferior al 60 % de la renta media de su país de residencia;
- de ellos, 16 millones reciben ayuda alimentaria de organismos de beneficencia;
- según las cifras de la FAO, en la actualidad 925 millones de personas en el mundo corren riesgo de desnutrición, lo que hace aún más remota la perspectiva de realizar los Objetivos de Desarrollo del Milenio antes de 2015, incluido el de reducir a la mitad la pobreza y el hambre.
EL DERROCHE
En los hogares de los países europeos, se desecha una gran cantidad de alimentos (37 millones de toneladas). El derroche de la tienda supone solo el 5% del total. La gran mayoría se tira en los hogares (42%), las fábricas (39%), o los restaurantes (14%), según el informe de la Comisión Europea.
Si sumamos todo lo que se tira en España, podrían comer casi 12 millones de ciudadanos al año. Eso, en un país en el que el más de un millón de hogares no pueden permitirse comer carne o pescado con frecuencia, según los últimos datos del INE, y el 22% de la población está en riesgo de pobreza.
LOS IMPACTOS
Los impactos del desperdicio alimentario se pueden resumir en tres:
- Económico: Repercusión en la cuenta de explotación de las empresas, en la economía doméstica y en las administraciones públicas por el tratamiento de residuos.
- Social-humanitario: En un escenario de crisis como el actual resulta inaceptable el desperdicio de un bien de primera necesidad como es la alimentación.
- Medioambiental: Para producir los 89 millones de toneladas de alimentos que se tiran en Europa al año, se producen entre 2 y 4 kilos de CO2 por kilo de alimento. Si no se pone freno al derroche, en 2020 la emisión por parte de Europa podría acercarse a los 240 millones de toneladas equivalentes de CO2.
¿Cómo se está actuando contra el despilfarro de alimentos en Europa?
En Europa, existen muchas iniciativas para reducir la acumulación de residuos alimenticios. Las estrategias incluyen la concienciación a través de campañas, información, formación, medición de residuos y mejora de la logística[4].
Desde la Unión Europea, sobre todo a partir de 2011, se han elaborado programas de buenas prácticas para prevenir este fenómeno, así como materiales didácticos e informativos, dirigidos fundamentalmente a los consumidores.
El Gobierno español, por medio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha puesto en marcha la estrategia “Más alimento, menos desperdicio”, que pretende disminuir el número de toneladas de alimentos que acaban en la basura a un 50% en 2020. Para ello tiene programadas una serie de actuaciones, entre otras:
-Realizar estudios para conocer cuánto, cómo, dónde y por qué del desperdicio
-Divulgar y promover buenas prácticas y acciones de sensibilización
-Analizar y revisar aspectos normativos
-Colaborar con otros agentes
-Fomentar el diseño y desarrollo de nuevas tecnologías
Esta estrategia no aporta políticas concretas de actuación, tan sólo ofrece recomendaciones. Lo que sí hace es una recopilación exhaustiva de los datos proporcionados en el informe de la FAO y de la Comisión Europea. No se puede entender como una norma, tan solo es una recopilación de buenas intenciones.
El Gobierno de Francia ya ha pasado a la acción: el pasado 21 de mayo fue aprobado el proyecto legislativo conocido como la Ley Antigaspillage (antidespilfarro), una serie de enmiendas dentro de la Ley de Transición energética que abordan este tema.[5] La ley francesa fue promovida por Arash Derambarsh, concejal del municipio francés de Courbevoie, a través de una petición en Change.org y en España ha sido secundada por Manuel Bruscas en esta misma organización.
Hasta ahora, la legislación gala obligaba a los supermercados a desprenderse de los productos sin vender por razones higiénicas, de tal manera que miles de kilos de alimentos que todavía eran comestibles pero que se encontraban en el límite de su fecha de caducidad, fueran destruidos para evitar su reventa.
A partir del 1 de julio de 2016, los supermercados galos de más de 400 metros cuadrados estarán obligados a donar esos alimentos a ONGs para el consumo humano, para alimentar animales o para hacer abono agrícola. Si no lo hacen, les multarán con 75.000 euros. Las cadenas han mostrado su rechazo y denuncian que montar una estructura de donación tiene un coste y dificultades que tienen que asumir ellas.
¿Qué hacen los supermercados españoles con los excedentes?
FACUA-Consumidores en Acción encuestó a 28 cadenas de supermercados e hipermercados españoles con el objetivo de conocer qué hacen con los alimentos que no venden. Sólo nueve respondieron y el resto han optado por no declarar si adoptan o no políticas sociales corporativas para donar productos aptos para el consumo a bancos de alimentos, comedores sociales u otras organizaciones.
FACUA exige a las grandes cadenas de distribución que adquieran un mayor compromiso contra el despilfarro de alimentos. Así mismo, la asociación reclama al Gobierno y las comunidades autónomas que impulsen medidas legislativas para obligar al sector a donar alimentos aptos para consumir y que no pueden vender por motivos como defectos estéticos, la cercanía de su fecha de caducidad o que haya pasado la fecha de consumo preferente.
Contrariamente a la Asamblea Nacional Francesa, el Parlamento español rechazó una enmienda de Esquerra Republicana de Catalunya en la tramitación de la Ley 12/2013, de 2 de agosto, de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, en que se reclamaba la prohibición de tirar productos aptos para el consumo humano y la obligatoriedad de donarlos a bancos de alimentos, comedores sociales o entidades sin ánimo de lucro que atiendan a población necesitada.
Además existen varias propuestas de algunos partidos políticos España
-Por un parte, el partido Unión del Pueblo Navarro ha pedido el pasado mes de junio una iniciativa legislativa que evite el despilfarro de alimentos. El senador Pachi Yanguas registró una pregunta para saber si el Ejecutivo central va a adoptar medidas para evitar esta problemática.
-Por otra, el Grupo Socialista el pasado 3 de Junio presentó en el Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley relativa a luchar contra el desperdicio de alimentos donde insta al Gobierno a adoptar, con carácter inmediato, las medidas necesarias para establecer la obligación legal de los distribuidores del sector alimentario de proceder, siempre que sean aptos para el consumo, a la donación a organizaciones benéficas autorizadas (ONGs, entidades solidarias, bancos de alimentos…) de los alimentos, así como el correspondiente régimen sancionador aplicable en caso de incumplimiento de la misma.
– El grupo parlamentario Mixto, presentó también el pasado 5 de junio una proposición no de ley sobre la prohibición de tirar alimentos aptos para el consumo humano y la reducción del despilfarro alimentario, donde se proponen medidas de reutilización y reciclaje de aquellos productos alimentarios que ya no sean aptos ara el consumo humano y la obligación de las grandes superficies y supermercados a ser transparentes y hacer público el destino de los productos alimentarios que ya no son aptos para su venta.
¿Qué pedimos con esta campaña de Activismo en AGORARSC?
Sumarnos a estas iniciativas antidespilfarro y con tu ayuda, solicitar a
- empresas de distribución de alimentos, productores, asociaciones para que esos excedentes de alimentos no se tiren a la basura y puedan servir para alimentar a los centenares de miles de familias en España que actualmente pasan hambre por no contar con los recursos suficientes para adquirir esos alimentos, bien a través de los Bancos de Alimentos bien a través de ONGs u otras organizaciones sociales.
- Solicitar a los partidos políticos, que propongan un debate sosegado y medidas de estudio y en su caso, se adopten las medidas legislativas necesarias para una racionalización del consumo y la producción de alimentos (integración de la educación alimentaria en el itinerario escolar, control de medidas de empaquetado y marketing como packs de productos, promociones 2×1, etc.)
- Educar al consumidor en la racionalización del consumo y la solidaridad alimenticia.
¿Cómo lo vamos a hacer?
- Solicita a las cadenas de supermercados, asociaciones de restauración, cadenas de restaurantes, hoteles, distribuidores de alimentos y productores, que se sumen a esta iniciativa y nos manden a AGORARSC ( Agora@agorarsc.org) información sobre las acciones que están adoptando para reducir o evitar el despilfarro de alimentos.
- Solicitar a los partidos políticos que se comprometan a ADOPTAR medidas para evitar el despilfarro de alimentos
- Colabora como consumidor responsable mediante un consumo racional de alimentos y cuéntanos qué haces para consumir responsablemente. Escríbenos a agora@agorarsc.org
El hashtag de la campaña es #Nolotiresquealimenta ¡SÍGUENOS !
[1] http://www.fao.org/docrep/016/i2697s/i2697s02.pdf
[2] Comisión Europea (2010). Preparatory study on food waste across EU 27. Bruselas, Bélgica: http://ec.europa.eu/environment/eussd/pdf/bio_foodwaste_report.pd
(3) Parlamento Europeo (2011). Resolución del Parlamento Europeo, de 19 de enero de 2012, sobre cómo evitar el desperdicio de alimentos: estrategias para mejorar la eficiencia de la cadena alimentaria en la UE. Bruselas, Bélgica:http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+TA+P7-TA-2012-0014+0+DOC+XML+V0//ES
Potočnik J, Comisario Europeo de Medio Ambiente (2011). It’s time to stop wasting food. Congreso «Combating food waste in the EU». Bruselas, 8 de noviembre de 2011 (Ref: SPEECH/11/725):http://europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?reference=SPEECH/11/725&format=HTML&aged=0&language=EN&guiLanguage=en
[4] Algunas campañas
http://www.lovefoodhatewaste.com/
http://www.toogood-towaste.co.uk/
http://www.etenisomopteeten.nl/
[5] Otras cuestiones que aborda esta Ley de Transición Energética son: concienciar a los escolares sobre el despilfarro de alimentos, promover energías renovables, transporte eléctrico o reducir a la mitad el consumo eléctrico para 2050.
Imagen: FAO
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