
Por Joaquim Braulio i Mayals
CVO de Group381
En nuestro país la Ley de Envases y Residuos de Envases de 1997 (LERE) dicta que las empresas tienen la obligación de hacerse responsables de los envases que ponen en circulación en el mercado y propiciar su recuperación y su reciclaje, bien a través de un sistema de depósito o a través de un Sistema Integrado de Gestión.
En España, curiosamente, la recuperación y reciclado de envases domésticos de plástico, brics, metal, cartón y papel corre a cargo de un único Sistema Integrado de Gestión a través de una empresa privada (Sociedad Anónima) sin ánimo de lucro, cosa que no deja de ser curiosa pues un 60% de los accionistas son los propios envasadores e incluso grandes superficies entre los que se encuentran Coca-Cola, Campofrio, Danone, cervezas Damm, Mercadona o Nestlé.
Volviendo a la Ley de Envases y Residuos de Envases de 1997 (LERE), quiero resaltar que TAMBIÉN nos permite la recogida de envases que se ponen en circulación realizarse a través de “UN SISTEMA DE DEPÓSITO”, por lo tanto sería perfectamente respetado por la Ley la implementación del SDDR (Sistema de Deposito Devolución y Retorno)
¿Que es el SDDR?
Una alternativa como la del antiguo sistema para reciclar vidrio (pago a cuenta por el “Casco”) pero aplicado a todo tipo de envase: cada botella tenía un sobrecoste que se le devolvía al consumidor cuando entregaba el envase para su gestión. Este sistema, que se aplica en Alemania en algunas grandes superficies como Lidl o ahora ya se está trabajando en Escocia y otros países nórdicos. En España se está haciendo estudios y pruebas de implementación en comunidades autonómicas como la de Valencia, Baleares y en ciertos ámbitos de Catalunya.
Los ciudadanos somos una pieza clave en cualquier modelo de gestión, pero en el caso del SDDR nos es mucho más motivador, ¿por qué? pues porqué complementa de forma creíble la separación de envases que ya realizamos en nuestros hogares con un sistema que nos permite encontrar que el esfuerzo tiene sentido puesto que vemos el residuo/envase tiene un valor económico, o sea, un incentivo para que este envase vuelva a la cadena de producción en las mejores condiciones para su reciclaje. Además esta cantidad económica no es un impuesto o un coste extra, sino un adelanto. Esto hace que se tenga conciencia que estamos tratando con un recurso en lugar de hacerlo con un residuo que se destruye. Para la ciudadanía el residuo es el vínculo hacia un modelo con sentido y no el objetivo único de reciclar por el bien del medio ambiente. Si hablamos de economía nos entenderemos si lo hacemos de filosofía las interpretaciones no son intangibles.
Personalmente y por estudios que dispongo a la ciudadanía nos es mucho más entendible el SDDR que el del sistema integrado pues con éste último nadie sabe cuál es el destino final del residuo envase.
El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR)
- Depósito.- significa que hay un valor económico asociado a cada envase, un incentivo para que este envase vuelva a la cadena de producción.
- Devolución.- significa que esa cantidad que el consumidor ha avanzado se le reembolsa en su totalidad cuando el envase se entrega de nuevo en el comercio.
- – significa que el envase vuelve a la cadena de producción, es una materia prima en condiciones de convertirse en cualquier nuevo producto, el ciclo se cierra y no hay residuos, sino recursos.
El sistema funciona así:
- A. Los productores (embotelladores, importadores o distribuidores) pagan el depósito al operador del sistema por cada envase que ponen en el mercado.
- B. Los comercios (hiper y supermercados, tiendas medianas y pequeñas, gasolineras, etc.) pagan el precio del producto más el depósito por cada envase. También cobran a los consumidores por el envase a la hora de la compra, y devuelven el importe cuando éstos lo devuelven.
- C. Los consumidores compran el producto envasado y pagan el depósito por cada envase al comercio. Cuando han consumido el producto, si entregan el envase vacío en cualquier comercio, se les devuelve íntegramente el depósito pagado. Si el consumidor no quiere devolver el envase, la cantidad queda en el circuito y ayuda a financiar el sistema.
- D. El operador del sistema devuelve los comercios lo que han pagado los consumidores según recibe los datos de parte de estos. Realiza la compensación entre los agentes que intervienen en ciclo. Además se encarga de gestionar la logística de los envases, la correcta recuperación de los materiales y controlar el flujo económico entre los diferentes agentes que intervienen.
- E. La Administración pública se encarga de controlar la transparencia de las estadísticas y datos de la gestión del operador y audita las cuentas de todo el sistema
A la vista de todo lo expuesto y de la situación actual de mercado donde se detecta claramente que en referente el reciclado hemos tocado techo, debemos entender que socialmente vivimos una etapa de cambios sin precedentes que discurre a alta velocidad e incluso los modelos de recogida y reciclaje de envases debe sufrir este cambio inexorable. Si observamos las gráficas de evolución de la recogida selectiva de la mayoría de municipios en los últimos quince años nos resultará difícil trazar la progresión si no hacemos algo distinto. En el caso de la gestión de los residuos municipales, me temo que para que todo sea diferente hay que cambiar muchísimas cosas y empezar cuanto antes o se nos echarán encima los ambiciosos objetivos 2020 que nos reclama la UE.