19 de junio de 2019
El consumo actual tiene un impacto masivo en nuestra huella de carbono. Una startup sueca, acaba de lanzar, en asociación con MasterCard, una tarjeta de crédito que calcula la huella de carbono de nuestras compras.
Concretamente hay dos Do Cards. La tarjeta blanca le enviará una alerta en su teléfono inteligente para informarle sobre la huella de carbono de lo que acaba de comprar y la tarjeta negra bloqueará su compra si ha excedido el límite de emisiones que había fijado anteriormente. «El objetivo principal es la capacidad no solo de medir el impacto de su consumo, sino también de detenerlo directamente». Do Black es una herramienta concreta y radical para hacer frente a la crisis climática mediante la sensibilización y la compra responsable», informan desde Doconomy. Una forma de capacitar a los consumidores y hacerlos conscientes, de una manera divertida, de que cada compra cuenta.
La idea es concienciar a los consumidores de que cada gesto, cada compra, cuenta y contribuye a la crisis climática. En octubre pasado, la Agencia de Medio Ambiente francesa (Ademe) reveló en un estudio el impacto de nuestros productos de consumo. Un vestuario promedio de 50 kg representa en la emisión de C02 el equivalente a un viaje de ida y vuelta París-Montreal. Durante su ciclo de vida completo, desde la materia prima hasta el final de la vida útil hasta el transporte, un televisor de 11 kg emite el equivalente a un viaje de ida y vuelta a París en Niza.
En Suecia, según Doconomy, un habitante sería responsable de aproximadamente 10 toneladas de emisiones de carbono cada año, de las cuales el 60% está relacionado con el consumo.
La puesta en marcha también ofrece un sistema de compensación de carbono invirtiendo en proyectos verdes. «Cuando en 2018, las Naciones Unidas (IPCC) emitieron un informe urgente que enfatizaba la necesidad de reducir a la mitad las emisiones de carbono para 2030 para evitar caer en una crisis climática irreversible, decidimos actuar » argumenta Doconomy. Y la startup acaba de recibir el apoyo de la ONU para desarrollar su proyecto. Se espera que la primera tarjeta de crédito se distribuya en Suecia este verano.
Deja una respuesta