Esta semana en Agora entrevistamos a Mario Sánchez-Herrero profesor de Economía de la Universidad Complutense de Madrid y fundador de la empresa ECOOO , dedicada a la promoción de instalaciones fotovoltaicas sobre tejados.
Mario apuesta por un modelo energético que choca directamente con los intereses de las grandes empresas energéticas: una energía barata, limpia, respetuosa con el medio ambiente e independiente de las grandes corporaciones.
ECOO es una empresa sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el desarrollar proyectos de soberanía energética sobre cubiertas en los que puedan participar la población. Se centra en la colectivización de plantas de energía solar fotovoltáica sobre tejado entre grupos de ciudadanos y ciudadanas, de manera que se comparte la propiedad de las placas y se obtienen ganancias por la venta de la electricidad.
¿Cuál es tu valoración del actual modelo energético en España?
Se trata de un modelo energético obsoleto y alejado de lo que necesita actualmente nuestra economía. España padece aún un nivel de dependencia energética superior al 70%, cuando la media europea está en el 53%, un verdadero despropósito cuando somos el país (grande) con mayor insolación del continente y con un recurso eólico considerable. El problema no es otro que los intereses de las grandes compañías energéticas: tienen la mayor parte de sus inversiones comprometidas con las tecnologías sucias y las grandes redes de distribución.
Con el actual panorama legislativo en nuestro país, en cambio constante, con retirada de apoyo a renovables y la penalización del autoconsumo del RD sobre Autoconsumo ¿es posible la gestión ciudadana de la producción de electricidad? ¿Crees por ejemplo que la batería de TESLA tendrá viabilidad?
El gobierno actual tiene un objetivo declarado en materia energética: mantener el statu quo. Eso supone nadar contra corriente, ya que el momento actual es el del nuevo modelo energético centrado en la figura del pequeño prosumidor energético, en el ahorro y la generación limpia con renovables. Eso no significa que podamos hacer el cambio de hoy para mañana. Pero sí que este tránsito pueda ser relativamente rápido. Primero sin baterías, utilizando la red y la demanda inteligente para gestionar las fuentes renovables intermitentes. Será dentro de unos años cuando tengamos que incorporar de forma masiva sistemas de almacenamiento y, para alcanzar esta segunda fase, contamos efectivamente con los progresos tecnológicos y las economías de escala de fábricas como la que está construyendo TESLA.
¿Qué es la desobediencia solar? ¿Es factible obtener rentabilidad de plantas solares fotovoltaicas?
La desobediencia solar, como todas las formas de inversión en plantas fotovoltaicas que propone Ecooo, permite a los ciudadanos utilizar sus ahorros de acuerdo con sus ideas. Nada de mantener el dinero en el banco, porque perdemos el control sobre el uso que se va a hacer de él. El dinero hay que ponerlo a trabajar en proyectos reales a favor de una economía sostenible y de una sociedad justa. Con la desobediencia solar se consigue rentabilidad económica (el 5,5% anual después de impuestos), pero sobre todo un retorno ético y medioambiental: producir energía limpia junto a otras muchas personas que luchan por salvar al planeta.
¿Qué es la compensación del consumo energético?
Se trata de una interesante iniciativa promovida por la cooperativa de consumo eléctrico SOM ENERGÍA, que consiste en apoyar la construcción de nuevas plantas de generación renovable a cambio de obtener descuentos en la factura eléctrica. No se trata de una propuesta de inversión ya que la cantidad de dinero que se necesita no puede ser muy elevada ni se persigue rentabilidad financiera, pero va a permitir, cuando se ponga en marcha, incorporar al parque eléctrico nuevas plantas de generación renovable.
¿Cómo podemos contribuir los ciudadanos a combatir la pobreza energética? ¿Y a ser activistas por una energía sostenible? ¿Cómo estáis trabajando para un cambio de modelo energético?
La pobreza energética es una de las formas más crueles de pobreza. A aquellos a los que la economía ha dejado de lado tienen necesidades perentorias en todos los órdenes de la vida. Necesitan alimentos, ropa, material escolar. El elemento diferencial de la energía es que no mata pero precariza a fuego lento. En una economía desarrollada como la nuestra, las personas consiguen acceder a alimentos, ropa y material escolar, pero no hay solución institucional ni social para proporcionar acceso a la energía básica para calentar la vivienda. Las casas pierden de este modo su condición de hogar y expulsan de forma no muy diferente a como lo hace un desahucio.
Desde la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético llevamos dos años denunciando esta forma menos visible de pobreza, intentando colocarla en primera línea de las luchas a favor de una vida digna.
Y todo empieza por cuestionar el propio modelo energético que permite que sea compatible el millón de cortes de luz que se producen en nuestro país cada año con los beneficios mil millonarios de las grandes eléctricas o con el hecho de que el Sr Sánchez Galán, primer ejecutivo de Iberdrola, gane la escalofriante cifra de 42.000 euros al día.
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